Un sacerdote católico funda una Iglesia negra y desafía a las estructuras eclesiásticas

, Tambores africanos, soul, ritmo, bailes, cánticos espirituales y la celebración de la eucaristía rodearon la proclamación de la nueva Iglesia católica negra, el Templo Imani, durante un servicio religioso celebrado en la capilla Houston, situada en el campus de la Howard University Law School, en Washington. Con esta ceremonia, oficiada por George A. Stalling, se consuma el desafío de este sacerdote rebelde católico frente a la jerarquía eclesiástica estadounidense, que ha reaccionado con preocupación ante este cisma negro.

Un millar de feligreses siguió la ceremonia a través de un circuito cerrado de televisión y reaccionó con la misma pasión que los que pudieron entrar en la capilla. "Dios nos dejará volar, y cada vez lo haremos más y más alto", comentaba excitado el reverendo Stalling desde un púlpito lleno de micrófonos, mientras los asistentes a la misa contorneaban sus cuerpos y repetían una y otra vez: "¡¡¡Ohhh, yeaaaahhh!!!". Stalling, de 41 años, que ha desafiado a las estructuras de la Iglesia católica, proclamó una Iglesia negra con el intento de que se reconozcan a los miembros de esta raza sus plenos derechos "civiles y religiosos". Su postura ha provocadola inmediata reacción del arzobispado de Washington y la preocupación de las más altas autoridades eclesiásticas estadounidenses, que le habían prohibido repartir la comunión en cualquier iglesia de Washington. "Estoy profundamente entristecido", declaró el arzobispo de Washington horas después de la conclusión de la histórica misa del reverendo Stalling. El cardenal James A. Hickley añadió que "la forma de solucionar los problemas de la Iglesia católica no es separarse de ella"."¿Por qué esperar más?"

Stalling ofreció una nueva vía, una nueva fe en la que los miembros de la Iglesia afro-americana encuentren su propio sendero para llegar hasta Dios.

"Nosotros vamos hacia Dios, vamos hacia Dios y no nos detendremos", gritó una y otra vez Stalling durante su sermón. "No os preocupéis por aquellos que desde puestos muy altos os digan que esto es parte de una idea enfermiza, porque ¿qué han hecho ellos hasta ahora?", dijo Stalling desde el púlpito, refiriéndose al cardenal Hickey y a todos los que durante las últimas semanas han intentado frenar su proyecto de cisma. Stalling ha declarado que se sigue considerando un sacerdote de la archidiócesis de Washington, pero que no está preocupado por las consecuencias de su acción.

"La creación de una Iglesia negra es necesaria para canalizar nuestro destino con nuestras propias manos", ha comentado el reverendo, que ha justificado su acción con años y años de opresión y sufrimientos para los negros. "La Iglesia católica ha elaborado documento tras documento condenando el racismo, pero hasta ahora no ha hecho nada más", comentó el sacerdote. Otro de sus razonamientos es que "los negros hemos esperado una respuesta a nuestros derechos y hemos esperado, y esperado, y yo quiero saber ahora por qué deberíamos esperar más".

Durante su sermón, uno de los más espectaculares que se han visto jamás en un templo católico, Stalling explicó a sus feligreses la necesidad de construir su propia iglesia, con seis mil u ocho mil sillas, como primer paso para crear, dentro de unos cinco años, la mayor congregación religiosa de la costa este.