Sobre la fusión fría

Haciendo referencia al artículo Una historia inacabada, firmado por el señor Nicolás García García, en él hace una crítica inacabada sobre el problema de la fusión fría. Bien es cierto que aún hoy nadie se pone de acuerdo sobre si es realmente una fusión fría o bien una reacción química curiosa, pero lo que está claro es que aún nadie, repito, nadie, ha sido capaz de aclarar el tema, y perdóneme usted, señor García, pero aun siendo yo solamente un aficionado e ignorante sobre el tema, me parece muy aventurado el descalificar de tal manera los trabajos de Fleischmann, Pons y Jones, porque, en caso de que usted tenga razón, está actuando de la misma forma que ellos han actuado y que usted tanto critica.Dicho experimento, sea real o no, ha sido repetido con más o menos fortuna por todos los rincones del planeta, con resultados un tanto variados que no permiten aclarar nada de nada, y me parece inadecuada la acepción que usted utiliza sin más de que los experimentos son "falsos".

Desgraciadamente, y la historia nos lo recuerda, todo cambio de pensamiento o filosofía sobre la resolución de un problema crea un malestar, porque no es fácil aceptar que alguien plantee dicho problema de otra manera. Siempre he pensado que si los aviones despegan en línea recta por una pista y los coches se desplazan por las carreteras, también de una manera lineal, es porque nuestra civilización está influenciada por el descubrimiento de la rueda y su posterior aplicación, pero ¿quién nos dice que no haya otra manera de ver las cosas?

Como recordatorio a todas las mentes pensantes y en posesión de la verdad absoluta, les recuerdo las reacciones histéricas, descalificadoras y burlonas de la comunidad científica del momento, desde la pretensión de que los fósiles eran huellas de animales vivos y no creaciones de la naturaleza de forma caprichosa, planteada en París, hasta la propia teoría de la relatividad planteada por Einstein, que no dejó de provocar risas y sonrisas mal disimuladas entre los científicos del momento. Y ahora ¿quién se ríe de tales cosas? Piénsenlo.-