Profesores con boca

En 1977 me metieron en un centro educativo de alto standing y buen nombre: el CEU. Allí me convertí en el estudiante ideal en semejante sitio: un elemento del mobiliario. Pasé seis años vegetando en aquellas aulas-factoría con otros 40 adolescentes.Gracias a la educación recibida, era yo en 1984 el candidato ideal para ingresar en la universidad Complutense, junto con otros miles. Una vez allí, comprendí que lo de la escuela no fue sino un aperitivo. Aquí no éramos 40: más bien 300 por celda.

En 1987 recibí una amable oferta. Me invitaban a pasar un año sabático en El Ferrol del Caudillo con otros jóvenes. La alternativa era una prisión militar o mudarme.

Ya en Londres me llamaron de varias universidades británicas para entrevistarme. Tras recuperarme del shock ("me quieren ver en persona"), me fui para allá y fui aceptado por Durham University, donde vivo ahora.

Es una universidad pequeña y los profesores tienen caras, con boca y todo. A un español que no haya hecho un curso universitario le costaría la broma unas 250.000 pesetas al año, lo que cuesta el alojamiento (un español no paga tasas en el Reino Unido). En los casi seis meses de vacaciones al año da tiempo de recuperar el cuarto de millón. En tres años te dan un degree y hablas inglés. A partir de ahí las cosas se ven con mejor cara. Incluso recuerdas con nostalgia los años del bocadillo de atún y el termo con leche en la escuela-factoría.-

Universidad de Durham.