Gorbachov: "Estamos condenados al éxito"
JOSÉ A. SOROLLA, La difícil situación interna en la Unión Soviética dominó ayer las primeras entrevistas en París entre los presidentes de Francia, François Mitterrand, y de la URSS, Mijail Gorbachov. "Estamos persuadidos de que la perestroika triunfará porque no hay otra salida. Estamos condenados al éxito", afirmó Gorbachov al evocar ante su anfitrión las dificultades con que tropiezan las reformas en la URSS, sobre todo en el plano económico y en los conflictos étnicos. Mitterrand, Gorbachov y sus respectivas esposas almorzaron en el palacio del Elíseo y los dos presidentes mantuvieron su primera entrevista a solas.
El dirigente soviético llegó a París a mediodía iniciando su segunda visita a Francia.
La situación interior en la URSS fue tratada sobre todo en el almuerzo, mientras que la entrevista estuvo dedicada a efectuar un repaso rápido de las relaciones internacionales. Mitterrand expresó a Gorbachov su fe en el futuro de la perestroika, que necesita la comprensión y la participación del pueblo, según el líder soviético.
Gorbachov destacó en diversas ocasiones Ia profundidad de los cambios" y reconoció, según el portavoz soviético, Guenadi Guerasimov, que "Ia cuestión nacional es el problema más difícil". "Encontrar una solución a este problema es algo obligatorio y necesario", añadió al anunciar que será abordado próximamente por el Comité Central del Partido Comunista y por el Soviet Supremo.
Ambos mandatarios se mostraron de acuerdo en intensificar las relaciones Este-Oeste y en acelerar las negociaciones de desarme. Trataron asimismo sobre la construcción de Europa y abordaron los conflictos regionales, especialmente el del Líbano, sobre el que es posible .que se redacte una declaración común. Francia ha recibido con satisfacción la reciente iniciativa de Gorbachov encaminada a buscar una salida al drama libanés.
Gorbachov asistió también en el Elíseo a la presentación de la tecnología europea sobre la televisión de alta definición, en un intento de que la URSS y los países del Este inclinen a favor de Europa la balanza en este medio del futuro, frente a los competidores japoneses.
Pese al maratón de entrevistas previstas entre los dos líderes - 10 horas a solas o con sus respectivas parejas y 15 horas en total-, la diplomacia francesa no espera grandes resultados de esta breve visita de dos días.
La cooperación bilateral saldrá reforzada por la firma de 21 acuerdos, pero toda la visita está marcada por las dificultades internas en la URSS. No sólo Gorbachov ha pedido un programa no cargado, que le permita mantener un contacto permanente con el Kremlin, sino que la cena oficial de ayer fue adelantada a las 19.30 horas -la hora habitual son las 20.30- para tener en cuenta la diferencia horaria con la capital soviética.
El programa de Raisa
La austeridad de la visita se nota también ven el programa de la primera dama del Kremlin, Raisa.
Una visita, ayer, a la asociación Francia-URSS y un recorrido, hoy, por la pirámide del Louvre y por el Museo Rodin son las únicas alegrías de la bella embajadora de la perestroika, que en su anterior estancia en París, en octubre de 1985, se permitió el lujo occidental de asistir a un desfile de moda.
A diferencia del reciente viaje triunfal en Borin, Gorbachov y Raisa se conformaron ayer con un solo baño de multitud en la Bastilla, en homenaje a los héroes de la Revolución Francesa. Miles de parisienses les recibieron ayer por la tarde con gritos de ¡Gorby,, Gorby!.
Gorbachov tampoco ha concedido las múltiples entrevistas solicitadas por los medios de comunicación franceses, reservando la misión propagandística a una delegación de funcionarios e intelectuales -los Gorby boys, según el calificativo del diario Liberatión- que llegaron a París el jueves e invadieron las redacciones de los periódicos.
Gorbachov y Raisa, que vestía un traje chaqueta verde, llegaron alas 11.55 horas al aeropuerto de Orly, donde fueron recibidos por Mitterrand y su esposa, Danielle, ataviada con una chaqueta roja y una falda negra.
Escoltados por dos escuadrones de la Guardia Republicana, se trasladaron a su residencia del Hotel de Marigny, junto al palacio del Elíseo. El presidente francés resaltó, en su bienvenida, que durante estas dos jornadas iba a tratar con su homólogo soviético sobre los problemas que afectan a la paz del mundo y a la construcción europea. "Todos", le dijo a Gorbachov, "se interesan en Francia por vuestra persona y vuestras acciones".
66% de los franceses, según los sondeos, tienen "una buena opinión" del presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, más popular que el presidente de EE UU, George Bush.
Sin embargo, el escepticismo es la nota dominante en cuanto a la profundidad y al futuro de las reformas en la Unión Soviética. Un 44% estima que los cambios son profundos y durables, pero un 41% cree lo contrario.
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