_
_
_
_

Distribución desigual

La planificación familiar ha dejado de tener el carácter de militancia con que la ejercía un reducido grupo de profesionales sensibilizados con los problemas de las mujeres -o de ser una actividad marginal para el resto de los ginecólogos-, para convertirse en una de las parcelas profesionales que más se han desarrollado, según Sagrarío Mateu, jefe de servicio de salud familiar en el Ministerio de Sanidad y Consumo."En general", dice Mercé Gascó, presidenta de la Federación de Planificación Familiar de España, "han proliferado los centros privados y sigue siendo insuficiente la oferta de la Administración". Sólo en Andalucía se ha unificado en una única red todos los centros de públicos, pero en el resto de las comunidades autónomas subsisten varios tipos de centros.

Más información
La confusión de la planificación familiar

A finales de 1988 el Insalud tenía abiertas 87 unidades básicas de planificación familiar en los 223 centros de salud con que cuenta.

En total, el Instituto de la Mujer ha computado 331 centros en toda España que prestan servicios de planificación familiar; la mayoría de ellos dependen de los ayuntamientos. Pero el principal problema, insiste Carmen Martínez Ten, ginecóloga y directora de ese organismo, "no es el bajo número de centros, sino la coexistencia de varias redes sanitarias; esto hace que los pocos recursos existentes se aprovechen mal, ya que la distribución geográfica de los centros es aleatoria y no responde a criterios de necesidad". Así, mientras una mujer de un barrio urbano de cualquiera de las grandes ciudades españolas puede disponer de tres centros diferentes -uno del ayuntamiento, otro del Insalud y otro privado- en su propio distrito, la situación de la mujer en el medio rural se sitúa en el polo opuesto: sólo puede acudir al médico local, que no siempre conoce los métodos adecuados ni está dispuesto a atender ese tipo de demanda.

Saturados

Lo que sí ha mejorado en los últimos años entre la población femenina es el nivel de conocimiento que tiene de los métodos de planificación más fiables. "La mujeres llegan un poco más informadas", dice Isabel Serrano, ginecóloga en un centro municipal situado en un barrio de la periferia de Madrid, "y ha aumentado la demanda. El problema ahora es que los centros están saturados y no se puede dar entrada a gente nueva". Para solucionar esto, la mayoría de los centros municipales han seguido criterios propios para discriminar a quién pueden atender y a quién no. "No existen normas sobre esto, existe una realidad. Le cierto es que se discrimina y en general sólo se atiende a las mujeres acogidas a la beneficencia y a las jóvenes. Las demás mujeres son desviadas a un centro del Insalud o acuden a centros privados", dice Isabel Serrano.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_