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Marcia Haydée: "El público alemán adora la danza"

La directora y primera bailarina del Ballet de Stuttgart inauguró el Festival de Danza de Itálica

Marcia Haydée está considerada a sus 52 años como una de las mejores bailarinas dramáticas del momento. Coreógrafa desde 1987, fecha en que realizó el montaje de La bella durmiente del bosque, Marcia Haydée acaba de estrenar con el Ballet de la ópera de Stuttgart, que dirige desde 1976 - "el público alemán tiene adoración por en ballet"-, una innovadora y revolucionaria coreografía de Giselle. Receptora y heredera del trabajo del coreógrafo John Cranko -"él me creó", dice-, actuó el lunes y el martes, junto a su ballet, en el Festival Internacional de Danza de Itálica.

No sabe cuántas veces ha bailado en España, aunque sí recuerda que su primera actuación tuvo lugar en el Liceo de Barcelona en 1957. Desde entonces la carrera de la bailarina brasileña ha sido un continuo ir y venir por los más importantes escenarios del mundo. En 1976, al hacerse cargo del Ballet de la ópera de Stuttgart, ralentizó su faceta de bailarina para volcarse en la dirección y creación de coreografías para el ballet alemán, fundado hace ahora 200 años."Mi primer contacto con el Ballet de la ópera de Stuttgart fue en 1961, cuando John Cranko se hizo cargo de la dirección del mismo". Con Cranko estuvo trabajando hasta su muerte, en 1973. Después llegó un período oscuro en la historia del Ballet de Stuttgart. "Cuando murió Cranko, el Ballet se quedó como huérfano. Fue una mala época. Tuvimos a Glen Tedey por un año, pero surgieron muchos problemas, algunos de índole personal.

Aunque la experiencia con Tetley en muchos aspectos resultó enriquecedora, su fuerte personalidad y, sobre todo, su estilo coreográfico, deportivo y abstracto -tan contrario al de Cranko- no fueron aceptados ni por el público ni por los integrantes del Ballet".

Fue entonces cuando le fue encomendada a Marcia Haydée la dirección del Ballet: "Como la situación estaba bastante deteriorada, la compañía me pidió que tomase el puesto, porque en ese momento no había otra persona que pudiera aglutinar el trabajo de los bailarines. A mí no me apetecía nada asumir esa responsabilidad, pero pensé que realmente podría ser positivo para todos y acepté el encargo".

Desde entonces la carrera de Haydée, formada en la escuela del Royal Ballet de Londres e inspiradora de algunos de los más famosos ballets de Cranko -Eugéne 0nèguin, Carmen, La Mégère aprivoisée, etcétera-, ha transcurrido de forma paralela a la del Ballet de Stuttgart, que ha logrado recuperar en este tiempo la plenitud que alcanzó durante la época de Cranko. En la actualidad está reconocido como uno de los mejores de Europa, y cuenta con una plantilla de 70 bailarines procedentes de 19 países.

Marcia Haydée se muestra muy lejos de la típica imagen del divo. En un casi perfecto castellano, suavizado por un leve acento portugués, rechaza cualquier vínculo entre su condición de brasileña y su talento para la danza: "Creo sinceramente que no existe la más mínima relación. No tiene ninguna importancia dónde nace uno. Yo salí de Brasil con 14 años. Nací en Río de Janeiro, pero he pasado la mayor parte de mí vida en Europa, donde me he formado como bailarina".

Está entusiasmada con su trabajo en Alemania Occidental, tanto por los medios económicos de que dispone como por la forma en la que responde el Ballet y el público.

Un millón de dólares

Para su primera coreografía -La bella durmiente del bosque- contó con un presupuesto de un millón de dólares. "El público alemán tiene adoración por la compañía y le gusta el arte en general. Nacen con el deseo de ir al teatro, a la ópera, al ballet, a los conciertos, a lo que sea. La misma inquietud cultural muestran las autoridades civiles alemanas, por lo que no tenemos problemas financieros. Todos estos factores permiten que la compañía tenga el nivel que tiene".No conoce la labor que está realizando Maya Plisetskaya en el Ballet del Teatro Lírico Nacional de España, aunque sospecha que debe de ser un trabajo "muy arduo". Con rotundidad, pero exenta por completo de presunción, Marcia Haydée afirma al concluir la entrevista: "John Cranko me creó. Lo que soy hoy día es unicamente obra suya. Él fue quien descubrió el talento que yo tenía".

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