Cifra récord de emigrantes judíos en Austria
El número de judíos que han podido dejar la Unión Soviética desde el pasado mes de enero hasta hoy se ha multiplicado por cinco, en relación a igual período del año pasado. El director de Joint, comité judío de distribución en Viena, Yechiel Bar-Chaim, afirmó a EL PAÍS que, en este plazo, han salido 16.500 emigrantes desde la URSS, y se espera para el año 1989 un total de 60.000, cifra récord que constituye el mayor movimiento migratorio judío desde la II Guerra Mundial.
La ruta de estos emigrantes se inicia en Moscú, llega a Viena y luego a Roma, donde los refugiados esperan el "procesamiento de visados" ' y la mayoría de ellos solicita residir en Estados Unidos.El encargado para Asuntos de Admisión de Refugiados del Departamento de Estado norteamericano, Linas Kojelis, admitió ayer en conferencia de prensa en Viena que EE UU rechaza conceder el estatuto de refugiado al 15%, en el caso de los soviéticos, y al 45%, en el caso de europeos del Este.
Kojelis afirmó también que en la capital norteamericana deberán "ser reajustadas" las políticas de asilo por las medidas liberalizadoras y de acuerdo a las nuevas realidades en Unión Soviética, Polonia y Hungría".
Las instituciones judías privadas que financian y organizan la salida de los refugiados afirman que éstos llegan con pocas horas de aviso en trenes directos especiales, aviones o barcos a través del río Danubio.
Los judíos soviéticos se quedan dos semanas en la capital austriaca, y un 98% sigue hacia Roma, donde en las últimas semanas los refugios han comenzado a congestionarse con gente que espera la lenta tramitación de visados hacia Estados Unidos.
Ayuda norteamericana
El primer mes fuera de la Unión Soviética es financiado por el Gobierno norteamericano. Ese tiempo "es insuficiente", según el funcionario del Departamento de Estado. El resto de los gastos es asumido por organizaciones judías privadas. Kojelis aclaró que se había pedido un aumento de 85 millones de dólares al Congreso, del presupuesto anual para refugiados, ya que el fondo actual es sólo de 140 millones de dólares, cantidad que no cubre las crecientes necesidades.Kojelis afirmó que la ola de emigración es "un problema logístico enorme" ya que, hace tres años, por ejemplo, se recibió a 783 soviéticos, cifra que ahora se ha multiplicado. En todo caso, explicó, se estudia la preparación de un programa más eficiente en el que los refugiados estén menos tiempo en los países de tránsito y eventualmente una tramitación directa de los visados en Moscú, si cambian allí las leyes de emigración".
El director de Joint, Yechiel Bar-Chaim, informó también que desde enero hasta hoy han salido desde la URSS 4.000 personas de la secta de los Pentecostales, que dejaron su país con visados para Israel, aunque no exista ninguna intención de que se instalen allí.
Los pentecostales llegan a la capital austriaca, donde viven en refugios del Joint, y su permanencia es financiada por la institución católica Cáritas de Austria.
Los países más solicitados por los emigrantes son Estados Unidos, Canadá, Australia y la República Federal de Alemania. Según Yechiel Bar-Chaim, sólo un 11% de los judíos que salen de la Unión Soviética deciden ir a Israel, y ellos viajan vía Bucarest, en Rumania.
A pesar de los conflictos entre organizaciones judías y Austria por el presidente de este país, Kurt Waldheim, quien mintió sobre su pasado en la II Guerra Mundial y no ha demostrado extremada sensibilidad para con las víctimas del holocausto, la organización judía Rav Tov otorgó el premio de derechos humanos de 1989 a este país por su ayuda como lugar de tránsito para refugiados. Desde 1950 han pasado 290.000 judíos soviéticos por Austria y, en el último año y medio, miles de judíos que han logrado salir de Irán han seguido destino a otros países desde Viena.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.