La opacidad fiscal de los pagarés del Tesoro tenderá a desaparecer, según Pedro Pérez

El secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez, afirmó ayer que "en algún momento habrá que pensar en la conveniencia de extinguir totalmente la opacidad fiscal de los pagarés del Tesoro". Pedro Pérez no fijó un plazo de tiempo, pero sí señaló que la decisión se adoptará en el momento en que culmine el actual proceso encaminado a que el mercado de deuda pública sea "amplio, profundo y diversificado".

"Conforme se está logrando organizar un mercado de deuda amplio, profundo y diversificado, los factores que hicieron aparecer los pagarés del Tesoro como activo opaco han empezando a desaparecer", según Pedro Pérez. Para dar el paso definitivo "habrá que ampliar más el mercado".Pérez informó que la Secretaría de Estado de Economía había preparado un documento con una serie de propuestas para potenciar la deuda pública. Entre las alternativas estudiadas, se pensó en alargar el plazo de vencimiento de los pagarés del Tesoro desde los 18 meses actuales a menos de cinco años".

Esta medida se habría puesto en marcha precisamente en el momento en que los dos billones de dinero negro invertidos en pólizas de seguro con prima única buscan un nuevo refugio ante el cerco de Hacienda.

El secretario de Estado de Economía añadió que esta propuesta la había parado él, ante la confusión que se podría crear respecto a que se tratara de una medida de regularización fiscal.

En los últimos días se ha especulado con la posibilidad de que el Gobierno realizara una gran emisión de pagarés a cinco años con este fin. "Se ha confundido una cosa con otra", aclara Pedro Pérez y añade que "en ningún momento ha habido un proyecto que pudiera significar un proceso de regularización del fraude, total o parcial".

Anteayer, el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, aseguró que el Gobierno había descartado el perdón a los defraudadores o cualquier otra medida de regularización fiscal que no sea la contenida en el proyecto de ley de renta.

La batalla por la opacidad fiscal de los pagarés del Tesoro costó el puesto al antecesor de Borrell, José Víctor Sevilla, hace ahora algo más de cinco años. Sevilla, contrario a que existiera un activo público en el que se refugiara el dinero negro, perdió la batalla ante el entonces ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer.

En la actualidad, el dinero invertido en pagarés del Tesoro alcanza los cinco billones de pesetas, dos de los cuales están en manos del sector público.