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'¡Cierra la muralla!'

La Comunidad inicia excavaciones arqueológicas en nueve solares en busca de los antiguos muros de Madrid

Juan Antonio Carbajo

"Madrid no era un poblachón manchego. Tenía muralla". A Enrique Moral, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Madrid en 1985, se le ocurrió este argumento cuando presentaba en sociedad los 150 metros de muralla árabe descubiertos en la cuesta de la Vega. Madrid tuvo hasta varios recintos amurallados, pero nunca dinero suficiente como para rescatarlos. Ahora, antes de que nuevas construcciones se levanten sobre sus restos , la Comunidad de Madrid ha iniciado excavaciones en nueve céntricos solares. En total 2,5 millones de pesetas para desvelar uno de los enigmas de Madrid .

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Pianos y sillares

"Son como gatos". Los enemigos de Madrid bautizaron así a sus habitantes porque trepaban con agilidad felina por los muros de la ciudad en pleno asedio. El apelativo ha sobrevivido al paso de los años. Las murallas no. Ahora habría que ser como topos para verlas. Gran parte del recinto amurallado permanece enterrado o aprisionado entre las casas que desde el siglo XV se han ido recostando en sus sillares.

La dura realidad

"A veces es mejor dejar la muralla como está", afirma Ángel Sanz, jefe del servicio de bellas artes de la Comunidad de Madrid. "La arqueología es cara y mantener las cosas que afloran más". Así es la dura realidad. "En algunos casos se plantea si tienen más valor histórico los restos de la muralla o las casas que se apoyan en ella", explica.Los sillares del antiguo recinto amurallado de Madrid han ido apareciendo durante años tras la demolición de un edificio o al hacer una pequeña obra de reforma. También durante años, y ante el temor a que el descubrimiento supusiera la paralización de un proyecto, los restos se han tapado y en algunos casos han quedado destrozados bajo los pilares de nuevas construcciones.

El Plan General de 1985 delimita las zonas de especial protección donde hay que realizar excavaciones antes de edificar. En nueve de estos solares va a actuar la Comunidad. Todos ellos están situados en las calles atravesadas por el trazado del segundo recinto amurallado: calle del Espejo, de la Escalinata, del Almendro y del Mancebo.

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La primera investigación comenzó el 16 de mayo en el solar situado en la Costanilla de San Pedro, a espaldas de la iglesia de San Andrés, justo donde la leyenda ubica el milagro del pozo de san Isidro, que consiguió con oraciones elevar el nivel de las aguas para salvar de morir ahogado al hijo de Iván de Vargas (su patrón). En esta zona los historiadores creen que se encuentra la Puerta de los Moros, una de las cuatro del segundo recinto y por la que entraban a Madrid los viajeros procedentes de Toledo. Tras los primeros días de trabajo se han descubierto restos del palacio de los condes de Paredes, fechado en el siglo XVI.

El futuro de los restos que salgan de las excavaciones no está, sin embargo, nada claro. "No todo lo que aparece requiere dejarlo para que se vea", explica Sanz. "Depende del valor y del estado de conservación en que se encuentre. A veces, con documentarlo es suficiente". La Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) tiene los ojos puestos en algunos de estos solares para futuras promociones inmobiliarias.

Cuesta de la Vega

Un solo trozo de muralla, a juicio de las instituciones, ha reunido méritos para su conservación: los 150 metros que se descubrieron en la cuesta de la Vega. Aquella recuperación no dejó buen sabor de boca. Se intentó hacer una plaza que recibió toda clase de críticas por parte de los técnicos al encerrar los restos entre muros, columnas y plataformas de hormigón. El Ayuntamiento tuvo que retirar algunos elementos que impedían la visión. Hoy el acesso al parque está prohibido.Tampoco resultaron afortunadas, a decir de los técnicos, las obras de recuperación efectuadas por la Comunidad de Madrid, que utilizó cemento para su consolidación. Para remate, al parque se le dotó de una red de riego que provoca humedades.

El destino del tramo final de este trozo es buen ejemplo del uso que Madrid ha hecho de su muralla. Junto a la calle de Bailén, al comienzo de¡ viaducto, se levantó un edificio justo encima y quedó aprisionada entre los pilares del edificio. Aunque la licencia de construcción se le otorgó en 1953 -un año antes de que fuera declarada monumento histórico artístico-, en 1958 fue permitida la construcción del garaje. La declaración parece que no incluía los 20 metros de muralla que se derribaron entonces.

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