Primera derrota electoral de Thatcher en 14 años

Margaret Thatcher ha obtenido una rotunda derrota en las elecciones europeas, según el sondeo realizado por la BBC esta madrugada en Gran Bretaña, pero no en Irlanda del Norte. De acuerdo con los datos aportados, los laboristas se han alzado con una victoria arrolladora, obteniendo el 44% de los votos, lo que equivale a 51 eurodiputados, 16 más que en 1984. Los conservadores, según el sondeo, obtienen el 32% de los votos, que representan 26 escaños, 16 menos que en las anteriores elecciones europeas. La participación electoral ha sido del 35%.

Por su parte, el Partido Verde consiguió el 14% y los Demócratas el 6%, pero no tendrán ningún escaño debido al sistema electoral mayoritario que favorece a los grandes partidos políticos. El Partido Nacionalista escocés conserva su eurodiputado. En el sondeo de la BBC no se incluye a Irlanda del Norte (3 escaños).Los electores británicos acudieron ayer cansina y desapasionadamente a las urnas para votar en unas elecciones europeas que les interesan poco y que, de confirmarse los sondeos, han proporcinado a Margaret Thatcher su primera derrota electoral grave en los 14 años que lleva ocupando la primera línea de la vida política británica. La cara de la moneda brilló para los laboristas, que vivieron su día más dulce de la última década, al lograr además sendas victorias en dos elecciones parciales.

La primera derrota

Margaret Thathcher sigue creyendo que la amenaza socialista se cierne sobre Europa, al tiempo que los laboristas, tradicionalmente desconfíados ante la idea de la Comunidad, dicen que a partir de ahora van a comenzar a desprenderse de algunos prejuicios

Los colegios electorales británicos eran ayer un ámbito desolado, con los votantes dejándose caer por ellos con parsimonia desde las siete de la mañana hasta las diez de la noch´. Las muchas horas no sirvieron para incrementar llamativamente la participación de hace cinco años, cuando sólo uno de cada tres electores se molestó en votar, aunque se confiaba alcanzar un 40%.

Quienes lo hicieron ayer, en una jornada de calor húmedo proporcionaron a la primera

ministra su primera derrota electoral desde que fue elegida líder del partido Conservador, en 1975. Neil Kinnock, el líder laborista, había vaticinado el día anterior que su partido iba a ganar cinco escaños y, si las cosas iban bien hasta siete, mientras Thatcher hacía oidos sordos a los sondeos de opinión que ponían su partido cuatro y cinco puntos por debajo del laborismo, insistía en que ambos estaban a la par e incitaba a sus seguidores a no dejar de acudir a las urnas porque el futuro Parlamento Europeo va a ser muy importante para el Reino Unido, que podría verse sometido a la férula de la "Europa socialista".

Las aireadas diferencias de opinión sobre Europa en el seno del partido entre Thatcher y Edward Heath; las disputas en el propio Gobierno sobre la conveniencia o no de integrar a la libra en el Sistema Monetario Europeo (SME) la inflación al alza y otras cuestiones han actuado como factores disuasorios de un elector conservador desoriendado por mensajes contrapuestos.

El viejo antieuropeísmo

Los laboristas, que presentaron los comicios como un referéndum sobre los diez años de thatcherismo, estaban ayer muy motivados para votar a la contra, animados por unos sondeos que les sonreían. Neil Kinnock aprovechó el ensayo general que fue la consulta para tantear la respuesta del electorado ante la modernización del programa laborista.

Los comicios europeos sirvieron para que el Partido Verde, que concurría en las 78 circunscripciones de Gran Bretaña, mostrara su atractivo en competencia con los partidos de centro, a los que, mientrasrestaba electores, planteaba problemas adicionales de credibilidad electoral.

El sistema electoral británico, mayoritario a una sola vuelta, no les dio la mínima oportunidad de conseguir escaño.

Neil Kinnock, que hasta el domingo va a hacer campaña en Bélgica y la República Federal de Alemania junto a sus correligionarios, está empezando a perder su renuencia con respecto a Europa.

Los laboristas, como británicos que son, no siempre han votado con sus colegas del grupo socialista en el Parlamento Europeo y, cuando a Kinnock se le plantea esta cuestión, ríe, duda, y al final responde: "Habrá un cambio evolutivo a partir de mañana", aludiendo a la jornada electoral.

Las escasa participación de los británicos no es óbice para que la Comisión Europea crea que son más paneuropeístas de lo que aparentan. Un sondeo encargado por Bruselas dice que los empresarios y financieros británicos, votantes naturales de Thatcher, están a favor de lo que ella rechaza: la integración de la libra esterlina en el Sistema Monetario Europeo (SME).

El 55% de los británicos cree que es buena la presencia del Reino Unido en la CE, según el mismo sondeo, que detecta también un sólido apoyo a la Carta Social, de los trabajadores.