La Gestión de Las Ventas será adjudicada por concurso
La Comunidad de Madrid, cuyo consejero de Cultura es Ramón Espinar, y Toros Madrid, SA, cuyo consejero delegado es Manuel Chopera, han resuelto de mutuo acuerdo el contrato de gestión interesada de la plaza de Las Ventas que ambos entes hablan suscrito en su día. Anuncia la Consejería de Cultura de la Comunidad -propietaria del coso- que en breve se hará público el nuevo pliego de condiciones y saldrá a concurso la gestión de la plaza, con tiempo suficiente para que esté adjudicada el próximo mes de octubre.
El pasado viernes, Chopera remitió a este periódico un comunicado al efecto de clarificar la postura de su empresa y evitar equívocos respecto a las circunstancias en que se ha producido la resolución del contrato. Dice el empresario que Toros Madrid estaba plenamente dispuesta a completar el ciclo contractual, por estimar que el sistema había probado su eficacia desde los puntos de vista artístico y económico. Y también a atender los deseos de un cierto sector de la opinión, "al que ha sido especialmente sensible la Comunidad que, al parecer, postulaba la introducción de variaciones en el condicionado contractual". Al no ser jurídicamente viables estas variaciones sin proceder a nueva licitación, ambas partes estimaron preferible resolver de mutuo acuerdo el contrato en vigor.
Plaza de temporada
La cuestión de fondo está, precisamente en estas variaciones, que recogen el deseo de "cierto sector de la opinión" y que se circunscribe al restablecimiento de la categoría que siempre tuvo Las Ventas como plaza de temporada, para lo cual debe tener una programación de festejos plena entre los meses de marzo a octubre, ambos inclusive. Ese mismo "sector de opinión", u otros, cuestionaban también la gestión de Chopera, que ha sido gestor eficiente para las ferias de San isidro y otoño, pero no tan eficiente -o quizá escasamente interesado- para el resto de la temporada madrileña, así como claramente incapaz ante el abuso de la reventa de localidades, que durante su gestión se ha visto incrementado en proporciones escandalosas.
Pliego de condiciones
Sin embargo el problema no estaba en el gestor -Chopera u otro- sino en origen; precisamente en el pliego de condiciones por el que se adjudicó Las Ventas en el último concurso. Por una parte, establecía la gestión interesada, pero daba plena libertad de actuación al empresario, por lo que la Comunidad quedaba a expensas de lo que esa gestión. pudiera ser cada año. Por otra, empobrecía la temporada madrileña, acortando sus límites mínimos de duración y dando opción al empresario a que pudiera montar festejos menores los días festivos. El empresario aprovechó esa opción casi al pie de la letra.Esta estructura de la temporada que establecía el pliego, reflejaba la opinión personal de Chopera, a quien le fue adjudicado el concurso, a pesar de que su oferta fue la peor entre las tres que se presentaron. Finalizado el plazo de tres años de duración del contrato (prorrogable dos más), la Consejería de Cultura no aprovechó para convocar nuevo concurso, introduciendo en el pliego de condiciones esos "deseos de un cierto sector de opinión", que ya entonces se venían manifestando. Y resolvió conceder prórroga al empresario, con algunas variaciones, las más importantes de las cuales fueron ampliar en dos domingos la temporada, redimirle de la obligación de dar festejos de promoción, autorizar aumento de precios y el establecimiento de la tarjeta de abonado.
La Comunidad está ahora en disposición de convocar un concurso que restituya a Las Ventas su categoría de plaza de temporada, sin detrimento de sus ferias ni, por supuesto, de los intereses del ente autonómico. Y de dar oportunidad de acceso al coso a todo el estamento empresarial, en plano de igualdad, adjudicándola al mejor postor.
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