Operarios de una firma de armas dicen, en contra de un sindicalista, que no fueron engañados a Irán
Doce trabajadores del grupo empresarial Gamesa, dedicado entre otras actividades a la fabricación de material de defensa, han negado por escrito, en contra de una información publicada en este periódico, que fueran engañados a Irán en 1985 para arreglar unas bombas defectuosas, durante la guerra de ese país con Irak. La información, publicada el pasado día 3, se refería a que 25 trabajadores del citado grupo habían ido engañados a Irán. Ahora, esos 12 señalan: "Podemos asegurar que no fuimos engañados nunca, conociendo de antemano siempre el destino y la índole de trabajo".Al respecto, el militante del sindicato Unión Socialista de los Trabajadores (UST) Koido Usín denunció ayer presiones de la dirección de la empresa General de Montajes Electrónicos SA (Gemontesa) -integrada en Gamesa- para que sus trabajadores firmaran un documento en el que se califica de "totalmente incierta" la información publicada por EL PAÍS, que había sido puesta de relieve por el abogado Ildefonso Sáenz Tabueña durante una reciente vistajudicial.
Ésta es la primera vez que personas de Gamesa (Grupo Metalúrgico Auxilia, S A, empresa matriz de Tornusa -a la que pertenecían los 25 empleados en el momento de viajar a Irán- reconocen públicamente haber mantenido con Irán un intercambio comercial en el sector armamentístico. El embargo de venta de armas a países en guerra fue impuesto por el Gobierno en 1984, y en 1986 prohibió las operaciones triangulares con países intermediarios como Siria y Libia.
El delegado de la UST KoIdo Usín aseguró ayer, en el transcurso de una conferencia de prensa, que "durante los dos últimos días las presiones han sidofortísimas sobre toda la plantilla de Gemontesa y los responsables son la dirección, teledirigida por la de Garnesa". Un trabajador de Gemontesa, que prefirió no hacer público su nombre por miedo a represalias, aseguró que uno de los encargados de la empresa preguntó personalmente, uno por uno, a todos los trabajadores si suscribían el texto, redactado, según él, por la dirección.
Estrategia empresarial
Usín afirmó ayer que la intención última del grupo es cerrar Gemontesa para volver a reabrir Tornusa y despedir a los trabajadores de la primera.En otro escrito firmado por 27 trabajadores de Gemontesa, que anteriormente englobaba a Tornusa, se asegura que la información publicada el pasado día 3 en EL PAÍS "es totalmente incierta" y añaden que están "hartos de ser manipulados con fines particulares" por un miembro de la empresa "y del sindicato al que está afiliado".
Gemontesa fue registrada en 1982, aunque permaneció sin actividad hasta la fecha en que subrogó a Tornusa y Mecanusa, haciéndose cargo de sus activos de explotación y personal en 1986. Fue constituida por Francisco Alonso Gutiérrez, representante de Talleres Seba, SA, de Elorrio, y por el actual presidente de Gamesa, Juan Luis Arregui, con un capital de 500.000 pesetas que adquirieron entre ellos y sus respectivas empresas al 50%. Tornusa, cuya única producción eran vasos de proyectiles para Gamesa, su único cliente, fue subrogada por esta nueva sociedad en 1986, quedando sin activos ni trabajadores. Sin embargo, el pasado día 13 de marzo Tornusa efectuó una ampliación de capital de 120 millones de pesetas, situándose en un total de 920 millones de capital social.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.