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EL CAMBIO SOVIÉTICO

Empeora la crisis étnica en Uzbekistán, con nuevos enfrentamientos y más víctimas

Pilar Bonet

, La violencia étnica produjo más víctimas ayer tras haberse extendido a nuevas localidades y complicado con nuevos enfrentamientos entre uzbekos en la república de Uzbekistán, donde ha sido trasladado un contingente de 12.000 hombres del Ministerio del Interior. El ministro del Interior de la URSS, Vadim Bakatin, calificó ayer de "difícil, muy difícil", la situación en el valle de Ferganá, donde unos enfrentamientos entre turcos meshjetinos y uzbekos causaron inicialmente "entre 60 y 70 muertos", según reconoció Bakatin.

Los incidentes entre turcos meshjetinos -una minoría étnica deportada desde la Georgia soviética a Asia Central por Stalin en 1944- y uzbekos han derivado en una oleada de saqueos, incendios y asesinatos que, en el día de ayer, parecía lejos de ser controlada.Tras los primeros dos días de desórdenes -el 3 y el 4 de junio-, la situación se calmó, pero después empeoró y se extendió a nuevos puntos, según dijo ayer un alto funcionario del Ministerio del Interior, que no quiso ser identificado.

"La situación tiene hoy más carácter de gamberrismo que de enfrentamiento nacionalista y empieza a haber choques entre uzbekos", explicó el ministro Bakatin en los pasillos del Palacio de Congresos del Kremlin donde ayer continuaba la sesión del Congreso de los Diputados.

Fin de las sesiones

Para desaliento de los sectores radicales, que tratan de ganar alguna batalla final mínima, el Congreso debe concluir mañana, según el estricto programa pro.puesto ayer por Gorbachov, quien inicia una visita oficial a la RFA el próximo lunes 12.Nikolai Rizhkov, fue confirmado ayer como jefe del Gobierno soviético, al obtener una mayoría favorable, nueve votos en contra y 31 abstenciones entre los 509 diputados que asistían a la sesión conjunta de las dos cámaras del Soviet Supremo, el Parlamento permanente formado por 542 diputados.

Rizhkov, un ingeniero de casi 60 anos, pasó 25 de ellos en la empresa Uralmash de Sverlovsk,y fue nombrado jefe del Gobierno en septiembre de 1985. En Sverlovsk hizo también su carrera el nuevo jefe del Comité de Control Popular, Guenadi Kolbin, últimamente jefe del partido comunista en Kazajistán. La coincidencia en los orígenes, que afecta también a un tercer cargo elegido ayer, el presidente del Tribunal Supremo, fue advertida por uno de los diputados que llamó la atención sobre el hecho.

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Boris Eltsin, también de Sverlovsk, fue propuesto como jefe del Comité de Control Popular ayer y apoyado por algunos diputados como el historiador Roy Medvedev. Eltsin no luchó por su nominación, sino que apoyó vehementemente la candidatura de Kolbin. Gorbachov, por su parte sugirió dar a Eltsin la presidencia de un Comité de Construcción y Arquitectura.

Gorbachov abrió ayer la sesión exhortando a los trabajadores de Uzbekistán a la calma y a impedir el descontrol de la situación. "Continuan los enfrentamientos que causan la muerte de gente e incendios", dijo Gorbachov que pidió colaboración entre las instituciones y la población para salvar vidas humanas e impedir que se vieran amenazadas por los "extremistas". "Hay instigadores y se han utilizado armas de fuego", añadió. Algunos diarios centrales, como Sozialisticheskaia Industria y Komsomolskaia Pravda, indican a través de sus informaciones la magnitud de la matanza de Fergana y también la incompetencia de los órganos municipales para afrontar los disturbios.

En la localidad de Margilan, la policía, en vez de defender a la gente, se dedicó a proteger a los dirigentes locales escondidos en sus despachos, quienes luego fueron obligados a acudir al encuentro con la multitud por el ministro del Interior y el jefe del partido de Uzbekistán, Rafik Nishanov. Este abandonará su puesto tras haber sido elegido el martes en Moscú presidente del Soviet de las Nacionalidades.

También en Margilan las autoridades convencieron a los turcos meshjetinos para que no abandonaran sus hogares con la promesa de defenderlos. Sin embargo, la defensa no llegó y comenzaron los pogromos y los incendios.

Sesenta y siete personas murieron, según datos iniciales facilitados ayer por Komsomolskaia Pravda, que daba cuenta ayer de intentos de incendiar casas el día anterior. Un total de 315 personas habían sido detenidas en una noche por violar el toque de queda, mientras que 87 soldados habían resultado heridos. Los turcos meshjetinos evacuados de la zona cercana a Fergana, una ciudad de 190.000 habitantes, suman ya 11.000. "Los comercios están cerrados y todos tienen miedo", dijo una residente contactada telefónicamente.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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