El contrabajo
Chuek Israels actúa en el Café Central. Sí, Chuck Israels. El mismo que grabó Shiffing down y Double clutching con Coltrane y Cecil Taylor. El mismo que sustituyó en el trío de Bill Evans al inconmensurable Scott LaFaro. Chuck Israels, un contrabajo que podría estar ahora donde están todos los Peacock y Haden que en el mundo han sido, si no fuera porque, más modesto o más generoso, decidió en un momento dedicarse a la enseñanza. Ésa es precisamente la razón de su estancia en Madrid, dar un curso en el Taller de Músicos.
Detalles
Quinteto de Chuck Israels
Chuck Israels (contrabajo), Uffe Markussen (saxo tenor), Kevin Robb (saxo alto), Joshua Edelman (piano) y Jimmy Castro (batería). Café Central, Madrid. Hasta el 17 de junio.
Toca Chuck Israels en el Central un repertorio de muy buen gusto, en donde composiciones de los músicos del grupo se mezclan con temas tan importantes como el Tricrotism de Oscar Pettifórd, que además de clásico de jazz es piedra de toque para todo contrabajista. En cuanto a los acompañantes que se ha buscado o le han buscado a Israels para estas sesiones, son gente también vinculada al Taller de Músicos, razón por la cual se da por descontada su competencia.Pero no es sólo cuestión de competencia, sino a veces bastante más que eso. El danés Uffe Markussen es un saxo tenor excelente, que conoce bien a sus maestros y se permite detalles como echarle la firma a un solo citando A love supreme. Con Kevin Robb a lo mejor me equivoco, porque no conozco al caballero, pero me recuerda a esos saxofonistas altos que suenan como un martini seco.En la rítmica, Jimmy Castro cumple disciplinadamente las órdenes del jefe. El pianista Joshua Edelman valsea muy bien, habilidad que sin duda la resulta la mar de conveniente para tocar con quien fue contrabajo de Bill Evans.Pero eso no es todo. Como no es muy mal amigo el que avisa, debo decir que, cuando parece que el grupo está perfecto, irrumpe en escena Margot Hanson, señora de Israels, y canta un par de temas. Los canta poniéndose estupendísima y llenándolo todo de oohs, aahs y gorgoritos en plan Caballé. No es precisamente el estilo que más gusta a este crítico, pero cualquier cosa se acepta si vale como pretexto para solostan estupendos como el que pudimos escucharle a Chuck Israels en The song is you.
Con la aparición de la Hanson se animó más gente a participar, y subieron al escenario el batería Guillermo McGill_ y el trompeta David George, que se llama como dos y tocó como dos, porque la mitad del solo la hizo con sordina y la otra mitad sin sordina. Total, que al final no se sabía si aquello era un quinteto, un sexteto, o qué demonios era aquello. Pero daba igual, en el centro seguía el contrabajo, y eso era lo que habíamos ido a oír.
Babelia
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