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Sorpresa y malestar en el Consorcio de Transportes ante el plan de Renfe de invertir 75.000 millones en cercanías

, Representantes del Consorcio Regional de Transportes han expresado su malestar ante el anuncio hecho por Renfe, según el cual serán invertidos en tres años 75.000 millones para acelerar el plan de cercanías. El gerente del consorcio, Julián Revenga, aseguró que la inversión anunciada no está incluida en el Plan de Transporte Ferroviario ni en el contrato programa de Renfe, e indicó que podría alterar el plan de mejora del transporte de Madrid solicitado por el presidente del Gobierno, Felipe González. En éste se asignan a cercanías de Renfe 52.100 millones, 22.900 millones menos de los ahora anunciados.

El anuncio de Javier Bustinduy, director de Cercanías de Renfe, de que en los próximos tres años se realizará una nueva inversión de 75.000 millones ha sorprendido a los encargados de la planificación del transporte regional, que según informaron a este periódico desconocían estos planes de Renfe. Julián Revenga, gerente del Consorcio Regional de Transportes, reconoció ayer que el anuncio puede afectar al llamado plan Felipe, que contempla para el cuatrienio 1989-1992 una inversión de 218.500 millones en inversión y de 256.600 millones ven explotación."Esta nueva inversión no está contemplada en ningún programa, por lo que desconocemos de dónde van a obtener el dinero", dijo Revenga. "Tampoco estaba planificada en el plan que se le ha entregado al presidente del Gobierno, Felipe González, lo que puede afectar a su desarrollo".

En este sentido, Revenga recordó que cualquier modificación en un medio de transporte incide en el resto; por ejemplo, en los autobuses interurbanos. En la actualidad, Renfe de cercanías contabiliza 250.000 viajes al día, frente a los 400.000 viajes que, según el consorcio, se cuentan en los autobuses interurbanos.

En el plan entregado a Felipe González se contempla una inversión para cercanías ferroviarias inferior a la anunciada por Renfe ahora. Según Revenga, de

los 218.500 millones de inversión total incluidos en el plan, 52.100 millones son para el ferrocarril de cercanías. Con ellos, según los

planes del consorcio, se quieren comprar 100 unidades ferroviarias, por un valor de 40.000 millones, y acometer la construcción de intercambiadores (5.600 millones), nuevas estaciones (3.500 millones) y aparcamientos disuasorios en estaciones (3.000 millones). Estas inversiones no se ajustan a las anunciadas ahora por la compañía ferroviaria que preside Julián García Valverde, entre las que se encuentra la compra de 160 unidades ferroviarias, de ellas 60 de dos pisos.

Decisión de Solchaga

Por otra parte, responsables del consorcio creen que antes de que se produzca el pleno de la moción de censura, previsto para el 29 de junio, será firmado el plan de mejora del transporte y la circulación en Madrid. La prisa por lograr esta firma no sólo está basada en el deseo de que sea Juan Barranco quien lo firme.

Concluido el contrato programa del metro por el que ha sido gestionado este transporte entre 1984 y 1988, la Asamblea de Madrid aprobó, dentro de sus presupuestos, uno de 12.000 millones de pesetas para hacer frente a la gestión del metro. Esta cantidad solo permite hacer frente a unos cuantos meses, pues el presupuesto de la Compañía Metropolitano para este año se eleva a 33.000 millones, por lo que, según Revenga, es necesario firmar el plan Felipe o acudir, en su defecto, a créditos extraordinarios.

El acuerdo con la Administración central consiste en sustituir los contratos programa por una subvención fija por viajero. La cantidad que tanto Madrid como Barcelona esperan de la Administración se sitúa en torno a las 60 pesetas. Esta cifra ha sido evaluada, precisamente en virtud de la aportación realizada hasta ahora por la Administración a través del contrato programa del metro.

El Estado aportó al metro entre 1984 y 1988 unos 67.000 millones de pesetas, sin incluir las inversiones realizadas en infraestructura. Los técnicos del consorcio estiman que ello ha supuesto una aportación para gastos de explotación de unas 45 pesetas por viajero transportado.

El cálculo hecho por el consorcio ha estimado que con 60 pesetas podría hacerse también frente a las inversiones. De aceptarse esta tesis, el Estado debería aportar 60.000 millones de pesetas anuales, al ser de 1.000 millones el número de viajes realizados por año. La aportación total en los cuatro años se elevaría así a 240.000 millones de pesetas.

Esta subvención está por el momento pendiente de la decisión del ministro de Economía y Hacienda. Si Solchaga da luz verde a la aportación pedida, el Estado correría casi con el 5 1 % del plan Felipe. Ayuntamiento y Comunidad tendrían que pagar así los 234.600 millones, es decir, 58.650 millones al año. Para hacer frente a esta aportación, que triplica la actual, los representantes de la Administración regional y local estudian, entre otras hipótesis, obtener una parte del dinero mediante el endeudamiento del consorcio.

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