"Por fin nos casamos"

Axel y Eigil Axgil tienen, respectivamente, 74 y 66 años. Se aman más que nunca. Se conocieron hace 41 años, cuando el primero fundaba en Dinamarca la primera liga de homosexuales. Desde entonces son amantes, y aunque hace ya muchos años decidieron sellar su unión mediante la adopción de un apellido (Axgil) que es la contracción de sus nombres de pila, constituyen ahora una de las primeras parejas del mismo sexo que quieren casarse al amparo de la ley recién aprobada por el Parlamento danés. Estas parejas gozarán de los mismos derechos fiscales y de herencia que los matrimonios.

Miles de viejas parejas de homosexuales hacen cola para registrarse legalmente y poder disfrutar de la misma situación jurídica de la que gozan los matrimonios, tras la decisión del Parlamento danés, tomada el pasado viernes. La ley fue aprobada por 71 votos contra 47.Sin embargo, ellos no pueden adoptar niños ni casarse en el sentido tradicional. Tampoco se les permite compartir la custodia de hijos habidos en el matrimonio. La ley entrará en vigor dentro de cuatro meses.

Entre las parejas que han decidido casarse y que se van a acoger inmediatamente al cambio figuran Axel y Eigil que son dos de los homosexuales más famosos de Dinamarca. Se conocieron hace 41 años cuando Axel formaba la primera liga de homosexuales: la Liga de 1948.

En declaraciones a EL PAÍS, Eigil señala que la equiparación de situación de las parejas homosexuales con las heterosexuales es el mejor acontecimiento que les ha pasado desde que se conocieron hace 41 años. "Los homosexuales daneses sienten una gran necesidad de ser aceptados como ciudadanos iguales. En los cincuenta y en los primeros años sesenta estábamos expuestos a una persecución masiva. Si alguien adivinaba tu condición era prácticamente seguro que encontrarías una carta de despido a los pocos días encima de tu mesa de trabajo. El temor a ser descubierto no sólo atenazaba a los subordinados. Uno de los ministros más populares y queridos de toda la historia de Dinamarca era homosexual. Y aunque todo el mundo lo sabía, escogió esconder este hecho en su vida oficial", dice Eigil.

Avalancha de bodas

Eigil y Axel Axgil se casaron a su manera hace muchos años. Tomaron el mismo apellido, Axgil, en la oficina de registro nacional. La palabra es una contracción de sus nombres. Según manifiestan ambos, que son militantes activos en el movimiento homosexual danés, se espera una gran avalancha de bodas de parejas del mismo sexo en un futuro próximo. Actualmente existen entre 100.000 y 500.000 homosexuales y lesbianas. La mayor parte de ellos -incluso los famosos- hace mucho tiempo que han manifestado sus preferencias sexuales.Entre ellos se encuentra la más popular cantante de rock, Anne Linnet, que vivió durante cinco años con su novia, Anne Mette. Cuando Linnet quiso tener un hijo, resolvió el problema manteniendo una corta relación con un atractivo e inteligente joven de buena familia entre cuyos antecesores se encuentra un m¡nistro danés llamado Buhl. Actualmente la cantante y su novia viven juntas y educan al niño, a quien consideran como si fuese hijo de ambas.

Dos famosos escritores, Christian Kapmann y Jens Michael Schau, reconocieron públicamente su condición de homosexuales y vivían juntos, pero su relación concluyó trágicamente.

El día anterior al estreno del esperado programa de televisión de Schau -que irónicamente se titulaba Quizá el próximo verano, los dos amantes tuvieron una riña en una casa de veraneo. La pelea acabó cuando Schau le fracturó el cráneo a su colega y amante. La televisión danesa tuvo que suspender el programa y hoy Schau cumple cadena perpetua por el asesinato.

Campaña calumniadora

Los contrarios a las relaciones homosexuales interpretaron el incidente como un ejemplo de cómo la tendencia homosexual está relacionada con la perversidad y la violencia. Cuando la propuesta para aceptar las relaciones homosexuales y equipararlas a las que mantienen las parejas ordinarias iba a ser aprobada por el Parlamento, se inició una campaña calumniadora contra los homosexuales.El partido cristiano se opuso en el Parlamento y en las calles, y la genie actuó por su cuenta golpeando a los homosexuales en parques y calles. Y una y otra vez rompían los cristales de la Sociedad de Gays y Lesbianas. La oposición a que los homosexuales puedan mantener relaciones igualitariamente aceptadas, iniciada por el partido cristiano, es compartida por otros partidos conservadores, aunque muchos políticos teman reconocerlo. Después de todo tienen que contar con los cientos de miles de votantes homosexuales.

Cuando la ley pasó la última votación, solamente acudieron 118 de los 179 parlamentarios. El texto fue aprobado gracias a los votos de los partidos de izquierda. Pero incluso algunos parlamentarios conservadores votaron a favor. El ministro de Justicia, H. P. Clausen, sin embargo, votó en contra, igual que el presidente del Parlamento, que se alinea entre los conservadores.