Joselito: "Sé que algunos se alegrarían si fracaso"
La expectación por la corrida de esta tarde se centra en Joselito, que reaparece en Madrid después de su percance en México y de la suspensión por la lluvia, el miércoles, del primer festejo ferial en el que estaba anunciado. Consciente de su responsabididad, el madrileño asegura que va a triunfar. "Es que no puedo permitirme otra cosa, pues sé que algunos se alegrarían si fracaso". Torea con Manili y Manzanares.
Los toros, que pertenecen a la ganadería jerezana de Torrestrella -una de las favoritas de figuras- pasaron ayer el reconocimiento veterinario, sin problemas.Joselito no quiere particularizar, cuando se le pregunta quiénes son las personas que disfrutarían con su fracaso. "Bastante polémica se levantó con mi posible exclusión de los carteles de la feria", señala, "ahora sólo me preocupa rendir a mi habitual nivel, lo que sucederá, y voy a triunfar en mi tierra". Añade que también hay gente, "mucha más", puntualiza, que desea su éxito: "Y a esos son a los que no puedo defraudar bajo ningún concepto".
Ese rendimiento a su habitual nivel es el que tuvo en su reaparición el viernes en Granada, donde cortó tres orejas y se encontró casi al 100 por 100 fisicamente: "La herida me tira un poco, pero eso se suple con ilusión, profesionalidad y entrega". Joselito actuó el sábado en Córdoba, y ayer en Játiva, don de volvió a cortar tres orejas.
Ya ha hecho las paces con su apoderado, Martín Arranz, que se oponía a que torease en su primer compromiso en el abono isidril, suspendido finalmente por la lluvia, vuelve a la carga: "Estaba lo suficientemente preparado para triunfar también". Y se autocritíca: "Soy consciente de mi cabezonería y rebeldía. Pero estoy orgulloso de ello y no voy a cambiar".
Agrega que viene muy bien colocado a la feria, en el aspecto económico y en el de las divisas de los toros que lidiará, y no podía echarse atrás. "Tanto rollo con la guerra con Chopera en 1988 y las especulaciones sobre mi posible ausencia de la feria", proclama, "y luego, cuando me ponen, esperan que me caiga del cartel por una cornada grave pero de la que podía recuperarme a tiempo. No, hombre, no podía dejar de venir a la feria el primer día".
Las especiales circunstancias en que ha negociado este año su inclusión en el abono le han impedido echar una mano a sus amigos José Luis Bote, que sólo actuó una tarde, y El Fundi, excluído del mismo, y que torearon en la de 1988 gracias a las gestiones de Joselito que hizo el paseíllo con ellos. "Por desgracia", cuenta, "no estaba en situación de ayudarles Pero quede claro que no se ha obrado justamente con ellos".
Comenta que le gustan los toros de Torrestrella: "¿Y a quién no?. Además no he sido de los privilegiados que los ma tan habitualmente. Sólo lo hice el año pasado en Valladolid y triunfé". Su único miedo es que vengan fuera de tipo para agradar las exigencias del público de Madrid. Sus últimas palabras son para anunciar que no va a banderillear, y lo hace con su rotundidad característica: "No nos engañemos, no lo hago bien. Mejor que banderilleen mis tres subalternos, que son magníficos y me superan en esta suerte".
Manili también piropea a los toros de Torrestrella, que tampoco ha lidiado con frecuencia: "Me gustan por referencias y yaera hora de que me pusieran con ellos. Voy a demostrar que los sé templar y torear como exigen, con clasicismo y hondu-ra". Agradece a Chopera que le haya respetado sus triunfos en la feña de 1988, con toros de divisas duras, para anunciarlo este año al menos en una ocasión con alguna de las cómo.das. "Otros empresarios no me valoran igual y me siguen echando a los leones de los Miura o Pablo Romero", protesta, "y encima quieren que corte orejas todas las tardes".
Babelia
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