En todo el mundo se han realizado más de 2.000 implantes cerebrales
"Los implantes cerebrales no se limitan al tratamiento de la enfermedad de Parkinson, sino que constituyen un método terapéutico potencialmente aplicable en el futuro en casi todas las enfermedades neurológicas", afirma el científico mexicano Ignacio Madrazo. El padre de los implantes en el cerebro estuvo el fin de semana pasado en España para participar en el simposio internacional sobre Trasplantes Neurales en la Enfermedad de Parkinson, que se ha celebrado en el hospital Ramón y Cajal de Madrid. A raíz de los buenos resultados obtenidos por Madrazo, este tipo de intervenciones se ha generalizado. "Ya se han hecho más de mil operaciones en todo el mundo, la mitad en Estados Unidos". En Europa es España el país donde se han llevado a cabo mayor número de implantes -36-."Lamentablemente, la mayor parte de los implantes se hacen de forma aislada, lo que impide realizar un estudio sistemático". Madrazo es partidario de que estas operaciones se hagan "en centros especializados y que tengan comités de ética, más cuando se traté" de implantes fetales, para evitar posibles abusos en la manipulación de los fetos".
El jefe de investigación del Instituto Mexicano de la Seguridad Social, Ignacio Madrazo, pasará a la historia como el primer cirujano que operó con éxito a un enfermo de Parkinson, injertándole en el cerebro tejido suprarrenal. Los implantes de médula adrenal -la médula de las glándulas suprarrenales- intentan suplir la deficiencia de dopamina, neurotransmisor producido en un área del cerebro conocida como sustancia negra, cuya falta original el Parkinson. Actualmente se hacen además implantes de tejido fetal de las suprarrenales o de la sustancia negra.
Desde que realizó la primera operación, el 25 de febrero de 1986, Madrazo ha intervenido a 60 pacientes, "con un 40% de casos en los que se consiguió un resultado excelente, volviendo los enfermos a trabajar y hacer su vida normal; un 30% de buenos resultados, en los que se ha podido reducir la medicación y el enfermo se encuentra mejor, y otro 30% que responde mal o no responde". El neurólogo mexicano selecciona un tipo u otro de injerto, dependiendo del estado del enfermo.
Pacientes jóvenes
"En pacientes jóvenes que no presentan trastornos psiquiátricos ni resistencia a la medicación con L-dopa practicó el implante de la médula adrenal del propio individuo , que de esta forma no debe ser inmunosuprimido", dice Madrazo, ya que los implantes de tejido fetal obligan a utilizar drogas inmunosupresoras para evitar el rechazo. En pacientes de avanzada edad y con cuadros severos, Madrazo injerta "tejido fetal, al ser menor el riesgo quirúrgico, aunque el grado de mejoría es el mismo, independientemente de la procedencia del injerto. Por ahora los enfermos operados hace tres años mantienen su mejoría".
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