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Entrevista:CONVERSACIONES EUROPEAS

Lord Plumb: "El Parlamento Europeo empieza a tener poder"

El presidente de la eurocámara piensa que se avecinan grandes cambios en 1992 para la CE

Lord Plumb es un conservador del más puro estilo británico, pero menos nacionalista que su compatriota y compañera de partido Margaret Thatcher. No comparte con ella la idea de que las reformas en curso hacia la unidad europea representen una amenaza para la soberanía nacional de los Estados miembros.Se lamenta del poder excesivo de Bruselas, y más concretamente del Consejo de Ministros comunitario, y del tímido papel asignado al Parlamento, razón de su poca popularidad entre los europeos. Lleva dos años y medio al frente de la Eurocámara y, cuando accedió a la presidencia en 1987, dijo una frase célebre: "Nací inglés, moriré europeo".

Pregunta. ¿Cree que el Acta única es suficiente para sastisfacer las necesidades de la unidad europea?

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Respuesta. No, no lo es. Pero sin duda representa un importante paso adelante. El Parlamento Europeo es ahora corresponsable con el Consejo de Ministros de la CE y' con la Comisión Europea en el proceso de la toma de decisiones. El hecho de que tenga que ser consultado en todos los asuntos relacionados con el cambio en 1992 hace que esté creciendo en madurez. Cada vez se hace más responsable y el Consejo de Ministros comunitario nos está haciendo más caso cuando exponemos nuestros puntos de vista.

Déficit democrático

Por ejemplo, el 80% de los informes producidos por la Comisión Europea son discutidos, debatidos y enmendados en el Parlamento, y después aceptados por la Comisión. El récord no es tan satisfactorio con el Consejo de ministros, pero lo cierto es que si la Comisión y el Parlamento se ponen de acuerdo, el Consejo tiene que tomar sus decisiones en base a una mayoría. Ésto está cerca del déficit democrático entre Consejo y Parlamento, lo cual no deja de ser alentador.

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P.¿Pero puede decirse que hay enfrentamientos Parlamento-Consejo de Ministros?

R. A veces se produce el choque, pero cada vez con menos frecuencia'. Por poner un ejemplo, en los primeros días de la entrada en vigor del Acta única, el Parlamento rechazó aprobar tres protocolos con Israel -un protocolo financiero y dos comerciales- en protesta por la situación en Oriente Próximo. Antes, el Consejo podía decir "qué interesante" cuando el Parlamento hacía una recomendación. Luego tomaba su propia decisión. Como nosotros bloqueamos su actuación, el Consejo tuvo que pedir por favor que volviésemos a revisar el asunto. Es un ejemplo de como el Parlamento puede ejercer ahora su poder.

P. A pesar de ello, la imagen de la Cámara no es muy favorable ni en España ni en el resto de los países europeos. ¿Cree que es posible cambiar ésto?

R. Es verdad que la opinión general que se tiene de nosotros no es muy buena. La gente piensa que en Estrasburgo simplemente nos dedicamos a hablar y no hacemos nada ni tenemos un poder real como tienen los parlamentos nacionales. Pero aunque tuviésemos poder real, la gente todavía seguiría criticándonos y acusándonos de asumir los derechos soberanos de los Estados miembros. Actualmente pasamos por un período de transición que viene determinado por la supresión futura de las barreras intracomunitarias. Iremos asumiendo mayores responsabilidades y más poder de control.

La verdad es que el ciudadano no se da cuenta del control que los europarlamentarios que eligen tienen realmente. Quiero subrayar lo de eligen porque a veces se piensa que somos suplantados por los burócratas de Bruselas. Pero éso no es cierto. Las decisiones son tomadas por los europarlamentarios elegidos democráticamente.

P. ¿Y qué están haciendo ustedes para conseguir acercarse más al ciudadano?

R. En primer lugar, la sede del Parlamento está realmente alejada del pueblo. Ésto es un problema para los españoles, para los británicos y para otros Estados miembros. Con razón piensan que el trabajo parlamentario está totalmente alejado de los asuntos que interesan a su vida cotidiana. Sin embargo, cuando comprenden que el Parlamento tiene un control conjunto con Bruselas sobre el presupuesto de la CE, el efecto es que algo se está haciendo y que empezamos a tener un poder efectivo.

En la mente de los ciudadanos europeos está sobre todo el tema de los precios agrícolas, que, evidentemente, repercute sobre el precio de la cesta de la compra, y también sobre sus bolsillos porque contribuyen con sus impuestos a producir excedentes agrícolas. Ésto ha quedado bajo control con la reforma de la Política Agrícola Común.

Los agricultores, enojados

Ahora son los agricultores quienes están enojados porque consideran que los precios no son lo suficientemente altos como para afrontar los costes de producción. Ésta es un área muy dificil. Lo que el ciudadanoo europeo tampoco comprendees que Europa está creciendo y está atrayéndose la envidia del resto del mundo. Yo he estado durante los dos últimos años y medio en 30 países fuera del área de la CE, y si uno contempla la situación comunitaria desde EE UU, Latinamérica, Centroamérica, la URS S o China, todos miran a Europa diciendo: "Es increíble. Nunca creímos que pudiese ocurrir, pero ahora ustedes están creando un mercado común". Yo creo que los europeos deben reconocer que éso está ocurriendo gracias a la fuerza de sus representantes en el Parlamento.

P. Se ha referido antes al tema de la soberanía. En algunos países miembros hay una cierta preocupación por lo que se considera una pérdida de soberanía a favor de las instituciones europeas. En particular en su país con los ataques de Thatcher al proyecto de unidad europea.

R. Es cierto que existe esa precupación, pero en lo que respecta al Reino Unido creo que se ha exagerado en cierto modo. La señora Thatcher ha dicho muy claramente que ella es una europea idealista. Está convencida, y también lo ha dicho, de que el destino del Reino Unido está al lado de Europa, y que deberíamos avanzar más rápidamente hacia la frontera de 1992.

Su preocupación es la soberania y el control del dinero y la manera en que se gasta, porque considera que si pierde ese control también perderá el control de la economía y, por consiguiente, el de la inflación. Y ésto representaría perder parte de la soberanía y un paso más hacia el federalismo. Yo no comparto ese temor. Una vez dentro de la CE debemos avanzar mucho más rápido hacia el proyecto final europeo. Siempre he creído que la moneda británica, la libra esterlina, debería estar dentro del Sistema Monetario Europeo, lo mismo que la peseta. Es preciso que todas las monedas europeas estén dentro del Sistema de manera que en 1992 podamos difrutar en la Comunidad Europea de la libre competencia.

También es cierto que los británicos son muy sensibles al tema de la soberanía. Hay muchos que comparten el punto de vista de la señora Thatcher. Lleva tiempo cambiar esa mentalidad. Cuando se vive con miles de años de tradición, como tantos países europeos, no se pueden cambiar las cosas de la noche a la mañana.

P. Al hablar de la CE se suele aludir solamente a la unidad económica y política, pero ¿qué hay de la unidad defensiva?

R. El objetivo es también la definición de una política exterior europea común. Política exterior significa seguridad y defensa. En este área nos va a llevar mucho tiempo conseguir una cierta unidad.

A través de la Unión Europea Occidental (UEO) podría formarse un apéndice de la OTAN. Los europeos deberíamos movemos hacia una defensa separada de la de EE UU, incluso en la defensa nuclear.

P. Con el proceso de cambios que vive la Unión Soviética y los países de la Europa del Este, y la atención internacional puesta so bre ellas, ¿cree que algún día ha brá europarlamentarios del blo que comunista?

R. No lo creo posible, aunque sí deseable. A mi juicio sería erróneo para la Comunidad Económica Europea crecer demasiado con la incorporación de nuevos países miembros.

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