El presidente: "Como aficionado no habría dado la oreja a Espartaco"

Marcelino Moronta, presidente de la corrida de ayer, afirmó al acabar la misma que no le gustó la faena de Espartaco al quinto: "Como aficionado no le habría dado la oreja, pero hubo petición mayoritaria y mis opiniones particulares no cuentan". Moronta vió y escuchó las protestas de un sector del público, pero entendió que eran minoritarias respecto a los que solicitaban la oreja. "El público de toda la plaza es soberano", añadió, "y no sólo el del tendido 7"El presidente apreció que cumplió con lo que dicta el reglamento al respecto. Al indicarle que también el reglamento establece que el toro debe ir tres veces al caballo, lo que ha ocurrido en otros festejos presididos por él, y no ayer en el toro al que acabó cortando oreja Espartaco, se defendió: "Bueno, es que se trataba de un diestro con fuerza, que quería hacer faena y dar espectáculo a los asistentes". Moronta sólo devolvió un toro al corral porque estimó que fue el único inválido.

Lo primero que quería dejar claro Espartaco después de la corrida es que no insultó ni despreció al tendido siete: "No me gusta ser polémico, el gesto que dirigí hacia ellos fue de rabia, porque no podía hacer otra cosa con el toro, me estaba jugando la vida con sus pitones en el cuello y a esos espectadores aún les parecía poco". Basaba, además, su argumento en que cuando dio la vuelta al ruedo pasó por delante del tendido siete con respeto.

Explicaba que debido a la flojedad del toro intentó echarle emoción a su faena: "Por eso me puse de rodillas". El de Espartinas, al que también le pareció que hubo petición mayoritaria de la oreja, no creía que El Boni le hubiera dado una lección a él y a Manzanares. "Ha hecho el toreo que a mí me llena porque le han ayudado más los toros. Le hacía falta el triunfo más que a mí, y le felicito muy sinceramente".

La suerte de Boni

"Vaya hombre, qué suerte tengo, resulta que siempre me tocan a mí los mejores toros", ironizaba Boni al comentarle las palabras de Espartaco, y se extendía: "Lo que ocurre es que procuro lidiarlos bien, cuidarlos y templarlos mucho". El madrileño, cuya satisfacción por el balance de su feria era visible, se mostraba modesto: "Tampoco creo que haya dado ninguna lección a Manzanares y Espartaco, porqué ellos están ahí sin que nadie les haya regalado nada. Simplemente demostré que mi nivel no es inferior al de las figuras". Añadió que el toro coloca a cada uno en su sitio: "Es la única justicia de la fiesta, pero para ello es necesario que te pongan en los carteles".

Boni dijo que se considera un torero de corte distinto al de Espartaco: "Mi toreo gusta por igual en Madrid y en los pueblos porque intenta ser puro". El diestro también ironizaba sobre los contratos que dan los triunfos en Madrid: "Será verdad, pero a mí, hasta ahora, ninguno". Y apostillaba: "Que sepan los empresarios que espero sus llamadas. Es justo, ¿no?".