Híbrido mediocre
En 1903, un western primitivo, The great train robbery (Asalto al tren), sirvió a Edwin Stanton Porter -considerado como el padre del cine americano para sentar las bases de la sintaxis cinematográfica mediante el montaje y la planificación. Dicho filme, celebrado en su tiempo y señero en la historia del cine, combinaba la acción con el drama y el western con la intriga policiaca. Hoy, otro asalto ferroviario, basado en un hecho real, el robo cometido al tren correo de Glasgow en 1963, ha servido al realizador británico David Green -antiguo actor de la compañía de Laurence Olivier y director de algunas películas policiacas poco conformistas para demostrar que el paso del tiempo no es condición suficiente para mejorar el lenguaje cinematográfico, como demuestra la tosca puesta en escena de este filme que desperdicia los sugerentes ingredientes temáticos que contiene su narración, que no es comedia, ni drama, ni thriller, ni policiaco, ni mucho menos una feliz combinación de dichos géneros y estilos, sino un híbrido que acumula apuntes mal engarzados. Buster, protagonizado por Phil Collins -solista del grupo Génesis-, basado en el citado asalto, que fue denominado como el robo del siglo, centra su atención en Buster Edwards, uno de los dos miembros de la famosa banda no apresados por la justicia británica, que se entrega a la policía, pues prefiere las cárceles londinenses a las cálidas playas mexicanas. Los apuntes colaterales de la película nos presentan a unas autoridades que se ensañan con las penas impuestas a los atracadores, tras sufrir el Gobierno británico el escándalo del caso Profumo, y con soterrado humor insiste en la morriña de los delincuentes fugados a México, que no hacen más que añorar a su amada Gran Bretaña. La que podría haber sido sublime historia de amor -Buster regresa a Londres para estar con su esposa y prefiere cumplir-condena para luego vivir eternamente junto a ella, en lugar de darse la gran vida en solitario- se diluye en un sinfin de acotaciones marginales. El pobre resultado del filme es aún más grave, pues en teoría se disponía de una efectiva historia de acción, con gancho, y basado en un acontecimiento célebre y real, aderezado por el retrato costumbrista y social, y con la guinda de un amor ejemplar.
Buster
Dirección: David Green. Guión: Colin Shindler. Fotografía: Tony Imi. Música: Anne Dudley. Producción: Norma Neyman, Reino Unido, 1988. Intérpretes: Phil Collins, Julie Walters, Larry Lamb, Stephanie Lawrence, Martin Jarvis, Anthony Qualle, Sheila Hancock. Estreno en Madrid: cines Real Cinema, Carlton, Paz.
Babelia
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