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CHINA HIERVE

300.000 estudiantes y obreros defienden Tiananmen

Unos 300.000 estudiantes y obreros trataban anoche de defender la plaza de Tiananmen de Pekín como bastión de su movimiento en pro de la democracia y de resistir el asalto de los soldados provistos de bombas lacrimógenas, en un patético desafío a las medidas de excepción dictadas por las autoridades. Ayer fue un día largo, tenso y triste para China. El Gobierno puso en marcha el anuncio hecho la noche anterior por el primer ministro, Li Peng, e implantó la ley marcial en ocho distritos de Pekín, al tiempo que imponía el silencio informativo sobre los sucesos en los medios de comunicación locales y prohibía a los corresponsales extranjeros realizaron con normalidad su trabajo.

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Un portavoz del Ayuntamiento de Pekín lanzó anoche un llamamiento a toda la poblacion para que colabore en la entrada de los soldados en la plaza. Mientras, millares de personas lograron detener pacíficamente la marcha de varias columnas militares y en algunos puntos de la capital se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y la policía registrándose algunos heridos de carácter leve.Tiananmen fue sobrevolada durante gran parte del día por helicópteros que en vanos momentos lanzaron octavillas recordando la orden gubernamental de desalojar la zona. A la hora de transmitir esta crónica se escucharon varias explosiones cerca del entorno de la plaza y el constante sonido de sirenas.

Veinticuatro horas después del estallido de la crisis interna, las autoridades siguen sin explicar el destino del hasta ahora secretario general del partido comunísta, Zhao Z¡yang. La radio y la televisión repiten el discurso íntegro pronunciado por Li Peng la noche anterior y el decreto sobre el establecimiento de la ley marcial en el centro de Pekín por primera vez desde la fundación de la República Popular, en 1949.

Fuentes oficiosas afirmaron que Zhao, presentó la dimisión por estar disconforme con la decisión de reprin-úr con métodos violentos a los manifestantes y que no asistió al solemne acto del discurso de Li "por hallarse enférmo". Según esas fuentes, la postura del hasta ahora secretario general fue derrotada por cuatro a uno en el seno del comité permanente del partido, que en un principio rechazó la dimisión de Zhao para aceptarla posteriormente.

Los medios de comunicación chinos no han dado ni una sola explicación al respecto, aunque nadie duda deque el dirigente refórnústa ha sido derrotado por el ala más ortodoxa, de la que haemergido como líder el primer ministro, Li Peng. El desenlace llabría contado con la plena aprobación de hombrefuerte del país y presidente de la Comisión Militar, Deng Xiaoping.

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Muchos de los estudiantes que se encontraban ayer en la plaza resaltaban la figura de Zhao Ziyang por su integridad y criticaban con dureza las medidas de excepxión dictadas por el primer ministro. "Vete Li Peng", gritaban los jóvenes.

El denominado Comité de Diálogo estudiantil censuré en una improvisada conferencia de -prensa la acción del primer mi:nistro y pidió su dimisión, así como la de Deng Xiaoping y la ,del anciano presidente de la República, Yang Shangkun. Éste, ,que es íntimo amigo de Deng, respaldó públicamente las palabras pronunciadas por U frente a una escogida representación de miembros del Consejo de Estado, del Comité Central del partido y del Ejército y dijo que el envío de tropas a Tiananmen es para proteger a los estudiantes y no para luchar contra ellos.

Ley marcial

El decreto por el que se implantala ley marcial en ocho distritos de Pekín y se cierran diversos puntos turísticos, como la Ciudad Prohibida y el Mausoleo de Mao Zedong, fue difundido por la radio y la televisión a las nueve de la manana y entró en vigor una hora después. Ha sido firmado por el primer ministro en nombre del Consejo de Estado, que es el Gobierno de China.

Asimismo las autoridades han dado orden al ayuntanúento de Pekín para que prohiba todo tipo de manifestaciones, huelgas, distribución de octavillas y castigue a quienes propalen rumores que instiguen contra el orden social. A los corresponsales extranjeros se les prohibe recoger información, tomar fotografías o filmar películas.

En Shanghai, el mayor puerto nacional y la segunda ciudad de China, se volvieron a registrar manifestaciones de protesta, al igual que en otras ciudades, por las medidas de fuerza dictadas. El Ejército vigila el centro de la ciudad y trata de desalojar a los estudiantes, de los que un grupo de 300 han iniciado también una huelga como la de sus compañeros de Pekín.

La resistencia popular a las medidas de fuerza del Gobierno surgió inmediatamente después de que U Peng pronunciara el discurso en el que hablaba que el país vive una situación de caos. Unas 10.000 personas consiguieron detener un convoy de camiones militares que se dirigía hacia el centro de la ciudad al suroeste de Pekín en la madrugada del sábado. Jóvenes, obreros y simples ciudadanos rodearon los vehículos y pidieron a los soldados que desobedecieran las órdenes.

"¿Para que venís?", gritó un joven. "No sabemos nada. Hace tres días que nos han quitado los periódicos..Nos han traído hasta aquí en trenes y nos acaban de comunicar la misión", contestó un soldado.

La misión no fue cumplida. Entre los aplausos y lágrimas de unos y otros, el convoy ponía rumbo en dirección contraria desobedeciendo las órdenes de sus superiores.

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