La última comida
Dos centenares de estudiantes chinos celebraron ayer su última comida antes de iniciar una huelga de hambre indefinida en la plaza de Tiananmen, en Pekín, para pedir un diálogo con el Gobierno que redunde en la democratización de China. Los huelguistas llevaban una cinta anudada en la cabeza con inscripciones tales como "Huelga de hambre" o "Viva la democracia". Miles de manifestantes acompañaron a los huelguistas desde el recinto universitario de Beida (un recorrido de 15 kilómetros) hasta Tiananmen. Los huelguistas fueron elegidos teniendo en cuenta dos condiciones: el estado de salud de los voluntarios y la firmeza de sus convicciones políticas.
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