Los Jóvenes vuelven a tomar Tiananmen

Más de 50.000 universitarios echaron ayer otro pulso al Gobierno chino marchando sin incidentes por las calles de Pekín bajo un sol canicular hasta la plaza de Tiananmen, donde llegaron dos horas después de que en el Gran Palacio del Pueblo, situado en uno de los lados de la inmensa explanada, concluyera la ceremonia de apertura de la 2251 asamblea anual del Banco Asiático del Desarrollo, con la asistencia del presidente de la República, Yang Shangkuri, y ministros de Finanzas y gobernadores de más de 40 países. España, que es observadora, está representada por el secretario de Estado de Comercio, Apolonio Ruiz Ligero.El discreto cordón policial establecido por las autoridades para frenar el acceso al lugar fue roto sin ninguna dificultad por la avalancha humana de manifestantes y curiosos que se formó al final -alrededor de 150.000 personas-, al igual que sucedió en las dos masivas manifestaciones del pasado mes. No podía ser de otro modo, ya que los soldados de las fuerzas de seguridad iban desarmados.

La marcha de ayer en Pekín tuvo el mismo carácter emotivo y sencillo que las de los pasados 22 y 25 de abril, pero fue menos numerosa y se desarrolló en un clima de cierta fatiga. Cuarenta centros académicos participaron, siendo la cabeza de la manifestación los estudiantes de la universidad de Pekín y de la Universidad Normal. Se sumaron también estudiantes de otras cinco universidades de provincias, una de ellas la Universidad China de Hong Kong, y medio centenar de periodistas de más de una decena de órganos oficiales de comunicación en petición de libertad de prensa. "China pertenece al pueblo y no a una sola persona", se leía en la pancarta que sostenían los periodistas concentrados frente al edificio de la agencia oficial Nueva China. "Hellow, Mr. Democraty", decía una pancarta en inglés, recordando un eslogan similar que surgió durante la revuelta estudiantil del 4 de mayo de 1919.