Chirac, "resueltamente a favor" de la modernización de los cohetes nucleares tácticos

JOSÉ A. SOROLLA, El alcalde de París y ex primer ministro conservador francés, Jacques Chirac, se expresó ayer "resueltamente a favor de la modernización de los misiles de corto alcance" de la OTAN y opuesto a la postura de la República Federal de Alemania (RFA) de retrasar la decisión de la Alianza en esta materia. "Rechazo la posición de la RFA, adoptada por razones de política interior", dijo Chirac a un grupo de periodistas, entre ellos este corresponsal, refiriéndose a la decisión de Kohl

El canciller democristiano Helmut Kohl pretende demorar la modernización de las armas llamadas de teatro o campo de batalla (500 kilómetros de alcance como máximo) al menos hasta la celebración de las elecciones legislativas de finales del año próximo en la República Federal de Alemania.El líder de la Asamblea por la República (RPR), principal partido de la oposición francesa, se alinea así con la postura norteamericana y británica en vísperas de un viaje de nueve días a Estados Unidos que se iniciará el 1 de mayo y en el que se entrevistará con el presidente George Bush y con el secretario de Defensa, Dick Cheney. Chirac visitará también en California al ex presidente Ronald Reagan.

El ex primer ministro de la cohabitación entre 1986 y 1988 habla con rotundidad sobre el tema, pese a que "no es un problema francés" porque Francia no está integrada en la estructura militar de la Alianza. Pero en la organización política el presidente francés, Frangois Mitterrand, y el Gobierno de Michel Rocard mantienen una postura intermedia entre la de Londres y la de Bonn.Debate interno

En el plano interior, una polémica agita estos días al Gobierno de París en el terreno defensivo, al negarse el ministro de Defensa, Jean Pierre Chévénement, a la reducción de 70.000 millones de francos (1,3 billones de pesetas) solicitada por el titular de Economía, Pierre Bérégovoy, con el apoyo de Rocard, en la revisión de la ley de programación militar.

"Debilitar los medios de la defensa", asegura Chirac, "es peligroso e irresponsable. Durante años ha habido un consenso entre los franceses en política exterior y defensa que nos ha dadouna gran credibilidad y una presencia en el mundo superior a la que correspondía a nuestros medios económicos y militares".

Reelegido en marzo alcalde de París para un tercer mandato de seis años, la figura de Chirac tiene dos caras. Amable y simpático en privado, transmite en público una imagen marcada por la cólera y el autoritarismo. Por eso quizá se dice de él que nunca traspasará el umbral de la alcaldía -los parisienses le votan y lo quieren porque está próximo a ellos- para sentarse en el palacio del Elíseo. "Soy el mejor alcalde para París. Ésa es la explicación de mis victorias. En democracia siempre se elige al mejor", afirma entre risas.

Habla en la sala Jean-Paul Laurens del Ayuntamiento, presidida por un gran fresco de este pintor que refleja la escena en la que, tres días después del estallido de la Revolución Francesa, el rey Luis XVI acude a cumplimentar a las autoridades de la capital, que lo reciben en un peldaño más alto de la escalinata de la alcadía y con la bandera tricolor sobre el pecho. Sin renunciar a abordar ningún tema, Chirac se disculpa al final porque debe acudir a la iglesia de la Madeleine al entierro del descubridor de la cantante Mireille Mathieu. Una de sus obligaciones con los parisienses.

A los 20 años de la retirada del general Charles de Gaulle, Chirac asegura que sigue creyendo en la Europa de las patrias, un concepto recuperado ahora por los británicos para oponerse a la unión económica y monetaria.

"Margaret Thatcher expuso brillantemente su idea de Europa en Brujas. Yo soy favorable a la Europa de las patrias, pero considero que la construcción de Europa es importante para salvaguardar sus valores". "Laniento la postura británica", afirma, .aunque el informe Delors es débil y se puede abrir una guerra de religión solamente con la distinción entre moneda común y moneda única. Pero la creación de una zona con una moneda común es indispensable, y creo que la diplomacia europea debe convencer a Margaret Thatcher". Pese a las discrepancias, Chirac elogia a la dama de hierro y le desea muchos años más en el poder. "No tiene buen carácter, no es cómoda para sus interlocutores, pero ha puesto a Inglaterra de pie, ha levantado el país. Su balance es extraordinario".Arafat y Sbandr

El viaje a Estados Unidos impedirá a Chirac coincidir en París con el líder palestino Yasir Arafat, de cuya visita, que ha levantado una ola de protestas de los judíos franceses, Chirac dice no saber "si aporta algo al proceso de paz o no". "Mitterrand decidió recibir a Arafat porque creía que Estados Unidos iría más lejos en su acercamiento a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Pero ha cometido un error estratégico porque tras la visita a Washington del primer ministro israelí, Isaac Shanúr, Estados Unidos ha renunciado prácticamente a la conferencia internacional. Las discusiones de Túnez entre norteamericanos y palestinos son modestas".

Chirac admite que "la paz pasa por una solución al problema palestino y por la autodeterminación, de una manera u otra", pero cree que "ninguna presión conducirá a las autoridades ¡sraelíes al diálogo directo" con la OLP, aunque "Shamir puede hacer más cosas que un primer ministro laborista".

El alcalde de París está convencido de que el líder soviético, Mijail Gorbachov, "va a normalizar las relaciones con Israel después de hacerlo con Estados Unidos y China". "En el plano intemacional, el balance de Gorbachov es muy positivo para él. Ha adoptado numerosas iniciativas de desarme y ha mejorado la imagen de marca de Rusia y de su jefe. Esto es un éxito. Pero el discurso es más atractivo que la realidad. La URSS no ha disminuido nada su producción de armamento". Por eso Chirac apuesta por la prudencia antes de favorecer las inversiones económicas en la Unión Soviética, aunque afirma que Gorbachov "ha emprendido un gran combate que deseo que gane".