_
_
_
_

Rota la tregua en Líbano en vísperas de la reunión de la Liga Arabe

Ángeles Espinosa

La precaria tregua que reinaba en Líbano desde hace una semana se rompió ayer, justo en vísperas de que hoy se inicie en Túnez una reunión de ministros de Exteriores de la Liga Árabe en la que el titular kuwaití, jeque Sabá al Ahmed al Sabá, tiene previsto proponer el envío de una fuerza de observadores a Líbano. El comité especial que preside Al Sabá ha intentado en vano lograr un alto el fuego.Durante cuatro horas, proyectiles de todos los calibres llovieron de nuevo sobre las áreas residenciales de Beirut, la capital libanesa. Al menos dos personas resultaron muertas en este nuevo duelo, que cogió desprevenidos a muchos beirutíes que habían regresado al conocer el cese de los combates.

Cerca de 300.000 personas han abandonado la ciudad desde que el 8 de abril se iniciaran las luchas. La mayoría ha huido hacia el sur, especialmente desde el sector Oeste, de mayoría musulmana, ya que muchos tienen aún casas y familia en esa zona. Al otro lado de la línea verde, en la zona cristiana, la población ha visto cortada su única vía de escape, el puerto de Junié, por los disparos del Ejército sirio, implicado en estos combates intercomunitarios.

Un consejo ministerial extraordinario de la Liga Árabe va a reunirse hoy en Túnez para escuchar los resultados y propuestas de un comité consagrado al problema libanés. Entre las conclusiones adelantadas figura la recomendación de enviar una fuerza multiárabe para vigilar un eventual alto el fuego.

La labor del comité

Este comité, que inició sus trabajos el pasado enero con el objetivo de buscar una salida a la guerra civil libanesa iniciada hace 14 años, ha visto desbordado su cometido por un resurgimiento de los enfrentamientos armados, cuando todo parecía indicar que la situación era favorable para un cese definitivo de las hostilidades. La gravedad alcanzada por esta nueva batalla ha llevado a los integrantes de la citada comisión mediadora a concentrar sus esfuerzos en el logro de una tregua inmediata.Sin electricidad, sin agua y sin alimentos frescos, la situación se ha hecho prácticamente insostenible en la maltrecha capital libanesa. La precaria calma que ha reinado durante la semana pasada ha sido apenas una bocanada de aire para miles de ciudadanos confinados a subsótanos, escaleras y pasillos, como única forma de protección frente a los bombardeos ciegos. Las cosas están si cabe peor en el enclave cristiano, área de apenas 1.500 kilómetros cuadrados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_