Un canal de televisión de EE UU emitirá en Cuba
CARLOS GAÍNZA, Cuba y Estados Unidos, guarecidos durante tres décadas en la trinchera de los principios, se aprestan a una nueva acometida por expugnar las posiciones contrarias. Fidel Castro celebra complacido el 28º cumpleaños de la frustrada invasión de la isla por bahía de Cochinos y prepara la difícil contención de una intrusión enemiga más sutil: un canal de televisión financiado por la Administración norteamericana que llevará a los hogares cubanos buenos programas deportivos, atractivas películas de estreno, telenovelas y, sobre todo, doctrina.
Los detractores del régimen piensan aquí que la imagen televisada abrirá un boquete en la fortificación ideológica cubana, y la tropa castrista insiste en que el dulce televisivo no mellará su moral combativa. Nada permite suponer que concluya a corto plazo el pulso que desde 1959 sostienen el líder revolucionario y los sucesores de quienes diseñaron el fracasado desembarco de abril de 1961 en dos playas que las autoridades cubanas han convertido en balneario turístico y escaparate de "los desmanes del imperialismo yanqui".El vicepresidente cubano, Carlos Rafael Rodríguez, advirtió que su Gobierno adoptará "las medidas necesarias" para hacer frente a Televisión Martí, cuya salida al aire originará, sin duda, una vuelta a la confrontación y una reacción dura, aunque imprevisible, en el inquilino principal del palacio de la revolución de La Habana.
Fuentes de La Habana aventuraron que "Fidel en este asunto es intransigente. Su contraataque será fuerte".
La puesta en funcionamiento de Radio Martí, que emite diariamente hacia Cuba desde el 20 de mayo de 1985, provocó la suspensión del acuerdo migratorio cubano-norteamericano de diciembre de 1984 y la cancelación de los viajes a la isla de los cubanos radicados en Estados Unidos.
