Redondo responsabiliza al Gobierno de la conflictividad en la empresa pública
C. P., Nicolás Redondo responsabiliza al Gobierno de la conflictividad que se está produciendo en la negociación colectiva de la empresa pública, sometida a su juicio a "criterios y mandatos políticos, que no de racionalidad empresarial". En su informe de gestión que presentará al Comité Confederal de UGT los días 24 y 25 de abril, el secretario de UGT añade que con sus recomendaciones el Ejecutivo "está incurriendo en la grave responsabilidad de hacer asumir a la nación costes inútiles".
El comité confederal de UGT, máximo órgano de decisión entre congresos, no tiene previsto en el orden del día decidir su voto político en las elecciones europeas, aunque es previsible que no se eluda ese debate. En la gestión del secretario general sí se hace una alusión y Redondo afirma que UGT adoptará en su momento la postura que considere correcta, para lo que cree bueno recordar que "la Confederación Europea de Sindicatos (CES) no ha apoyado en el pasado a partido político alguno en las elecciones y tampoco va a hacerlo ahora".El informe es una continua crítica a la política económica y social del Gobierno y tan sólo contiene un elogio y el reconocimiento a la campaña contra el fraude fiscal que entiende se desarrolla con grandes dificultades. "Nos congratulamos", afirma, "de los éxitos y el empeño de Hacienda por combatir el fraude. No aprobamos en absoluto la insolidaridad incalificable de los pudientes que hacen recaer con descaro su defraudación sobre las espaldas de los asalariados".
Pero también afirma que la política fiscal no puede consistir meramente en una lucha contra el fraude, sino que ha de convertirse en protagonista de la política económica, reduciendo el papel y los efectos negativos de la política monetaria. Para ello cree indispensable una reforma y reconsideración global del sistema fiscal y sus actuaciones.
A partir de ahí, Redondo pide cambios en el modelo económico de crecimiento. Recuerda que en 1988 los excedentes empresariales crecieron un 11,9% como participación en el producto interior bruto, frente al 11,11 % de los salarios. También critica la fragilidad que se está produciendo en el mercado de trabajo, "dramática" en su opinión, y que debe ser corregida y urgentemente remediada en los próximos meses con un giro social.
El máximo dirigente de UGT considera falso que haya que "crecer primero para repartir no se sabe cuándo". Por el contrario, está convencido de que la distribución justa de la riqueza es uno de los requisitos fundamentales para asegurar un crecimiento económico sobre bases duraderas y estables
No es más benévolo con la presidencia española de la CE, cuyos resultados son para Redondo "una frustración para los trabajadores" y en su informe de gestión asegura que existe honda preocupación en la CES por el notorio retraso que registran las cuestiones sociales en el proceso de integración europea.
