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El presidente del CAME pide que la CE y los países del Este trabajen para unirse

Enric González

El objetivo de los países del este de Europa es lograr la integración económica de todo el continente en un "espacio común". Ese fue el principal mensaje de la intervención del presidente del CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica, que agrupa a la mayoría de los países socialistas europeos), el búlgaro Andrei Lukanov, en la primera jornada de un simposio sobre las relaciones empresariales Este-Oeste que comenzó ayer en Madrid, organizado por el Centro de Estudios de Política Exterior. Abel Aganbegian, asesor económico de Mijail Gorbachov, abundó en lo señalado por Lukanov y calificó de "crítica" la situación económica en la URSS.

El profesor Aganbegian, que pertenece a la Academia Soviética de Ciencias y a la comisión que estudia las fórmulas para abrir la economía soviética al exterior, aportó diversos datos sobre la crisis económica que padece la URSS. "El déficit presupuestario", dijo, "ronda actualmente los 100.000 millones de rublos, lo que representa un 13%, del producto interior bruto (PIB)". Para apreciar el volumen de este porcentaje, cabe recordar que el enorme déficit presupuestario de Estados Unidos excede en muy poco el 3% de su PIB. Aganbegian añadió que "los primeros pasos hacia la liberalización han agravado los problemas, ya que hemos desmantelado los mecanismos antiguos y los nuevos no han entrado aún en funcionamiento".Como ejemplo de ello, dijo que la liberalización parcial de los salarios ha hecho que éstos subieran un 51% en 1988, duplicando las previsiones estatales. "Eso ha representado un aumento de 40.000 millones de rublos en el dinero circulante, mientras la oferta de productos ha crecido en sólo un 6%, es decir, unos 26.000 millones", señaló, hablando de la fuerte tensión inflacionaria.

El economista soviético atribuyó parte de la responsabilidad en el alza de precios a las nuevas cooperativas privadas, de las que existen ya unas 75.000, con un total de 1,5 millones de trabajadores. "Al cargar con muy pocos impuestos a estas sociedades (un 5%. del excedente, frente al 46% que pagan las empresas estatales) y permitirles fijar libremente los precios, aprovecharon el desabastecimiento para encarecer sus productos".

Divisas convertibles

El gran problema de la UR SS y del conjunto de los países del Este en sus relaciones económicas con el exterior sigue siendo la no convertibilidad de sus divisas. Lukanov y Aganbegian afirmaron que se busca con urgencia la fórmula adecuada para integrar las divisas de los países socialistas en las instituciones internacionales. Aganbegian comentó que se trabajaba sobre dos fórmulas: la integración paulatina por la vía de crear un mercado interno de dinero, compuesto por los 70 bancos que acaban de autorizarse, o la emisión de un rublo especial, avalado por las reservas de oro del país. Descartó, en cualquier caso, que la cuestión pudiera estar resuelta antes de 1995.

Como pasos previos a esta integración del este en el comercio internacional, Andrei Lukanov insistió en la necesidad de que los países del CAME se coordinaran con la CE y la EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio) para hacer compatibles sus legislaciones sobre industria y medio ambiente, para homogeneizar sus estándares de producción y para unir esfuerzos en tareas de investigación y desarrollo tecnológico. El presidente de la Cámara de Comercio de la URSS, VIadislav Malkevitch, anunció que su país contará pronto ("antes de l992") con una ley de aduanas homologable con las normas comunitarias.

El ministro de Economía y Hacienda español, Carlos Solchaga, que había inaugurado el simposio, señaló respecto a los problemas comerciales que "en la medida en que vayan madurando las reformas, se irá haciendo más plausible el acceso de la URSS al GATT (Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y Comercio)".

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