_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Plácido Domingo, la magia del divo

Llegó Plácido Domingo o sea el divo con toda su magia. Se puede creer en ella o no, pero, como las meígas en Galicia, "haberla, hayla". Casi con su sola presencia en el escenario el divo transforma la actitud general del público. Músicas que sin él reciben una mediana estimación, gracias a él emocionan hondamente; direcciones que, corno en el caso de anteanoche, hacen sonar la orquesta por debajo de su calidad normal o convierten un fugado en una especie de huida desordenada, son calurosarnente aplaudidos; escenografías o direcciones escénicas conservadoras y no carentes de vulgaridad parecen hasta brillantes. Y es que, en realidad, todo resulta diferente porque el divo ha ejercido sus misteriosos y mágicos poderes de seducción. Este divo llamado Plácido Domingo es un grandísimo cantante, pero esta condición no garantiza siempre la cualidad de divo que se enraiza en otros valores artísticos y humanos: comunicatividad, simpatía, efusividad contagiosa y un algo más inexplicable pero detectable. Valores que Plácido Domingo posee en grado sumo.El divo vino con una ópera que rara vez sube a los escenarios: Fedora, un drama de Víctor Sardou que valió buenos triunfos a la divina Sarah Bernhardt, adaptado por Arturo Colautti y con música de Um berto Giordano (Foggia, 1867 Milán, 1948), estrenada en 1898, dos años después de su Andrea Chenier y de La bohème, de Puccini, ocho años posterior a Cavalleria, de Mascagni, y anterior a Tosca, Luisa Adriana Lecoubreur, Tierra baja o La vida breve, todas ellas incursas en la oleada verista con las matizaciones debidas en cada caso.

Fedora

Teatro Lírico Nacional. 'Fedora', de Colautti sobre Sardou, música de Giordano. Intérpretes: Renata Scotto, Plácido Domingo, Teresa Verdera, Gustavo Aragón, Enrique Baquerizo, Santiago Gericó, Ricardo Muñiz, Alfonso Echeberría, Mario Valdivielso, Pablo Pascual, Fernando Balboa, José Moreno, Jesús Landín y Marco Armiliato. Figurines: PierreLuciano Cavalotti. Coro: Ignacio Rodríguez. Orquesta Sinfónica de Madrid. Director musical: Armando Gatto. Director escénico: Giuseppe de Tomasi. Produeción del Gran Teatro del Liceo de Barcelona. Teatro de la Zarzuela, 6 de abril.

Comparado con el de Cavalleria, el verismo de Giordano es por una parte avanzado y por otra moderado. Es avance la frecuente estructura narrativa de la que acababa de dar Puccini una gran lección en La bohème; es moderado cierto decadentismo conservador que hace parecer a Fedora en no pocas ocasiones como precedente del mundo anterior.

Domingo estuvo formidable en todo y por todo. Su papel de Ipanoff está por debajo de las posibilidades del gran tenor español, de modo que el dominio fue superabsoluto, como resultó irresistible el impacto en el público desde su primer arioso "amor ti vieta" hasta su última intervención. Con él confirmó su arte de superior calidad la celebérrima soprano Renata Scotto (Sayona, 1933), que fuera discípula, como Kraus, de la española Mercedes Llopart y uno de los grandes nombres de la lírica de nuestro tiempo. Excelente por nobleza de medios y expresión Enrique Baquerizo y luciendo su belleza de color vocal, aunque un poco fuera de la tónica que dominó el conjunto, la mezzo Teresa Verdera. Y en la cima, envuelto en ovaciones, el divo Plácido Domingo con su raro repertorio de encantamientos.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_