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EMPIEZA LA FERIA DE SEVILLA

Reflexiones taurinas

En su libro Sevilla en flor, José Andrés Vázquez describe la Maestranza en una tarde de feria e invoca una cita de Juan Jacobo Rousseau que llama mi atención. "Una gran nación", dice, "debe sostener sus usos propios porque contribuyen al mantenimiento de su independencia. Las corridas de toros han contribuido al sostenimiento del vigor en la nación española". Recomienda a Polonia que se aficionase a los toros para luchar contra los rusos y alcanzar a ser libre.Vale la pena reflexionar sobre las corridas de toros porque Ortega y Gasset ha llegado a decir que no sólo son una realidad de primer orden en la historia española desde 1740, sino que sin el conocimiento de su historia no se puede hacer la historia de España desde 1650 a nuestros días.

Ahora que Europa se plantea nuevamente la crueldad de las corridas de toros, conviene pensar en lo que en sí sean. Además España está vertebrada en nacionalidades y regiones y no todas aportan lo mismo a la llamada fiesta nacional.

Pocas lo hacen como Andalucía, por la cantidad y calidad de sus toreros, ganaderías, toros, caballos, plazas de toros y aficionados auténticos, que no meramente espectadores. Buen exponente de ello es la Feria de Abril de Sevilla.

Conjunción armónica

La corrida de toros es mucho más que una lucha entre el hombre y el toro. El triunfo del torero no consiste en matar al toro, sino en torearlo bien en todos los tercios y luego matarlo. La corrida es una conjunción armónica de riesgo en la que ambos ponen algo singular para alcanzar un espectáculo deslumbrante y único con clara tendencia a humanizarse. El torero pone algo tan difícil de reunir en un ser humano como el valor al arriesgar su vida; arte inspirador de tantos pintores, escultores, escritores músicos; sabiduría en el conocimiento del toro; inteligencia en la manera de estar en la plaza y en el difícil mundo del toro; técnica en la forma de dominar al toro, personalidad diferenciada en la forma creativa y singular de realizar su tauromaquia. Si difícil es llegar a ser figura del toreo, mucho más lo es llegar a ser un maestro.El toro pone algo tan excepcional e insustituible como la bravura y la raza de una especie única que se crece al castigo, embiste con nobleza. Manuel Machado, en su libro Cualquier día en Sevilla, refiriéndose al escándalo de Europa, rinde homenaje al toro, que es, dice, la bárbara de la más bárbara y hermo fiesta del mundo.

Sinceramente, no creo que Polonia se libere de los rusos aficionándose a los toros, ni que las corridas sean la fiesta más bárbara del mundo, ni de España, ni tampoco que en la actualidad sirvan para explicar la historia nacional. Sin embargo, son algo importante en la vida nacional y un componente esencial en las ferias de nuestras comunidades y pueblos. En Sevilla caben toros sin feria pero no feria sin toros.

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