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Nueva sede

El 7 de marzo de 1981 se constituía, mediante escritura notarial, la Fundació Pilar y Joan Miró en Palma de Mallorca. El estudio del pintor, diseñado por Josep Lluís Sert, y Son Boter, edificio contiguo a su residencia familiar, constaban como donación de Miró para convertirse en sede de la nueva institución, cuyo objeto era crear un centro de promoción de arte contemporáneo y un lugar en el que pueda aprenderse el oficio de grabador.El patronato no llegó a reunirse hasta el 27 de enero de 1984, ya fallecido el pintor (25 de diciembre de 1983). En el estatuto fundacional consta que los recursos anuales ordinarios serán proporcionados por el consistorio (le Palma de Mallorca.

Al morir Joan Miró, el abogado de la familia, Ramón Viladás, puso ciertos reparos a la entrada en funcionamiento de la fundación mallorquina. En primer lugar porque existía cierta intranquilidad entre los miembros de la familia Miró por el hecho de convertir una parte de su finca en lugar de frecuentación pública. No querían que Son Boter fuera "un centro de peregrinación tipo Fátima", dijeron. En segundo lugar, resaltaba Viladás, la creación de la fundación era una iniciativa municipal, pero el Ayuntamiento de Palma no estaba dispuesto a dotarla de medios suficientes. El futuro de la fundación no quedó claro hasta que la viuda del pintor, Pilar Juncosa, destinó (1986) parte de su colección personal para que se subastara en Madrid y, con sus beneficios, construir una sede de nueva planta. El proyecto fue encargado luego al arquitecto Rafael Moneo.

Más información
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En lo que respecta a sus fondos, la fundación balear reconoce que es "la hermana pobre", aunque eso no le importa ya que no quiere "ser museo". Dispone de 112 telas, 39 óleos sobre soportes varios, 157 pinturas sobre papel y 657 dibujos (expuestos estos días en Roma). Valora su fondo documental y bibliográfico y proyecta una biblioteca y archivo para situar un mínimo de 100.000 volúmenes. Cuenta con un departamento para la informatización de datos del que confía que se convierta, también, en "el hilo umbilical que nos una definitivamente a la fundación de Barcelona".

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