González pide la reforma de las instistuciones europeas
El presidente del Gobierno español, Felipe González, se pronunció ayer a favor de una reforma de las instituciones de la CE y aseguró también que la peseta ingresará pronto en el Sistema Monetario Europeo (SME), al concluir la sesión de trabajo que celebró con el presidente Jacques Delors y la Comisión Europea. González llegó a la capital belga a última hora de la mañana acompañado de los ministros de Exteriores, de Economía, de Trabajo y de Agricultura. Este último, Carlos Romero, por primera vez en muchos años, se esforzó en superar su miedo al avión para viajar con su presidente.
Acogido ante la puerta del edificio Berlaymont por un puñado de libaneses que protestaban por la ocupación siria de su país, González mantuvo primero un encuentro a solas con el presidente de la Comisión Europea, y después del almuerzo, González y su séquito celebraron una reunión de trabajo con el colegio de comisarios, entre los que había algunos destacados ausentes, como el titular de Agricultura, Ray MacSharry.Tanto en las conversaciones de trabajo como en la conferencia de prensa con la que concluyó la jornada, que cae justamente a mitad de la presidencia española de la CE, González desarrolló un discurso de marcada orientación europeísta, y para demostrar su convicción aseguró que España hará pronto su ingreso en el SME porque si no lo hiciese "no podríamos argumentar que vamos hacia la unión monetaria".
Aunque hizo hincapié en que "no dejaremos pasar mucho tiempo" antes de incorporarnos al SME, González se negó a dar fechas arguyendo que "no sería razonable anunciarlo con excesiva antelación", y recordó que la incorporación de la peseta a ese sistema que limita las oscilaciones del tipo de cambio de ocho monedas europeas "requerirá un diálogo previo" para determinar si su margen de fluctuación será similar al de la mayoría de las divisas (2,25%) o al de la lira italiana (6%).
Desarrollo del Acta Única
El fervor europeísta del presidente quedó también puesto de relieve por su insistencia en subrayar que "el desarrollo del Acta Única conllevará cambios institucionales en la CE", una tesis rechazada por jefes de Gobierno como Margaret Thatcher. "Si se alcanza un acuerdo sobre la unión monetaria, ello supondrá algunos cambios institucionales", añadió González.
Algunas de estas modificaciones podrían empezar a ser estudiadas, según el presidente, en el encuentro, informal que los ministros de Asuntos Exteriores de los doce celebrarán en Granada a mediados de abril, y para examinarlas consideró oportuno que asistan a la reunión el presidente del Parlamento Europeo, lord Henry Plumb, y el eurodiputado socialcristiano belga Fernand Herman.
El alarde europeísta de González le incitó una vez más a defender la supresión de las fronteras intracomunitarias. "Conozco", dijo, "pocos casos en los que las fronteras sean eficaces en la lucha contra el terrorismo y el tráfico de drogas", y se atrevió incluso a precisar que de los terroristas y otros grandes delincuncuentes detenidos ni siquiera el 1% lo habían sido al pasar de un país a otro. La clave es la cooperación internacional, y no dudó en afirmar que "si la información que poseen los Estados democráticos estuviera disponible en una sola mesa se avanzaría radicalmente en la lucha" contra esos fenómenos.
Felipe González, que se entrevistará hoy con el presidente francés François Miterrand en París, enumeró la larga lista de puntos del orden del día que serán abordados por el Consejo Europeo de Madrid, a finales de junio. Aunque calificó de difícil el tema de la unión monetaria, se mostró esperanzado de que "sea posible encontrar una vía de acuerdo". Menos optimista fue a propósito de la armonización de la fiscalidad sobre al ahorro, sobre la que dijo "no poder afirmar que se resuelva en la cumbre".
