Helicópteros, peligro

Como profesora del I. B. Blas de Otero, y tutora del curso que más dramáticamente se vio afectado por la explosión del helicóptero Puma en dicho centro el jueves 2 de marzo de 1989, quiero manifestar, junto a los alumnos de dicho curso, lo siguiente:

1. Nuestra repulsa por el tratamiento que los medios de comunicación han dado a la noticia, buscando sólo lo espectacular y morboso de la misma y obviando manifestar su opinión sobre un asunto cuyas consecuencias hubieran sido incalculables de haberse producido víctimas en los centros de enseñanza afectados.

2. Nuestra extrañeza ante la falta de interés y de ayuda que los organismos pertinentes han demostrado, no preocupándose ni por la seguridad de un edificio que ha sufrido un fortísimo impacto n por las secuelas psíquicas que el hecho ha podido producir, y de hecho está causando, en los alumnos, y muy especialmente en los de nuestro curso, que contemplaron desde el patio de deportes cómo el aparato se les venía encima.

3. Nuestra solidaridad con las familias de los tres fallecidos.

4. Ni testra súplica a las autoridades civiles y militares para que sean conscientes de que no hay causa que justifique un holocausto humano, y más si lo es de vidas en flor y casi en simiente, como el que se pudo producir en el I. B. Blas de Otero y en el colegio público La Latina, en aras de unas prácticas que deben alejarse de las ciudades sin ningún paliativo.

5. Nuestro agradecimiento al profesorado de ambos centros, digno de un trato distinto al del olvido que autoridades y Prensa le han dispensado, así como a la solidaridad de todos nuestros compañeros en aquellos momentos.

Agregada de Lengua y Literatura del I. B. Blas de Otero, y 37 firmas más.