_
_
_
_
_

El FMI propone reducir hasta el 50% la deuda del Tercer Mundo

El Fondo Monetario Internacional (FMI) propiciará un programa para reducir sustancialmente la deuda externa del Tercer Mundo, que podría llegar hasta el 50% de la misma, al tiempo que se mrianifiesta dispuesto a avalar nuevos créditos para los países en vías de desarrollo con vistas a incrementar su nivel de consumo, actualmente estancado. Esta nueva política de¡ Fondo supone una variación sustancial de la táctica seguida hasta ahora para afrontar el problema de la deuda de las naciones menos favorecidas, tras el anuncio del pkn Bra41y, auspiciado por el actual secretario norteamericano del Tesoro. Como contrapartida, el FMI opina que sólo podrán acogerse a la reducción aquellos Estados que apliquen una estricta política de ajuste interno.

Michel Camdessus, director gerente del FMI, presentó ayer en Arristerdam, lo que puede ser calificado como una reforma radical en la filosofía del Fondo frente al gigantesco problema de la deuda externa de los países en desarrollo, especialmente los latinoamericarios. Carridessus, que recogió el espíritu renovador del llamado plan Brady, someramente enunciado por el secretario nortearriericano del Tesoro, Nicholas Brady, intervino ante la asamblea de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para exponer las líneas maestras de actuación que supone esta pequeña revolución en la estrategia desarrollada hasta ahora por el FMI.Camdessus expuso ayer tres objetivos fundamentales: reanudar un crecimiento estable en los países deudores, reforzar su capacidad para atender al pago de la deuda y ayudarles a recuperar un acceso fluido a los mercados de capitales. Según el director del FMI, los instrumentos para alcanzar esos objetivos se basarían en cuatro puntos: renovar los créditos a los deudores, incre_ mentar al máximo la eficacia de sus políticas económicas internas, fomentar la predisposición de acreedores y deudores para explotar todos, los mecanismos posibles de reducción de la deuda y, por último, impulsar un movimiento de solidaridad mundial en el manejo de los problemas económicos, evitando el proteccionismo y las soluciones parciales.

Se da por seguro que en su reunión de abril en Washington el Fondo deberá incrementar sustancialmente sus recursos (ahora de unos 90.000 millones de dólares, de los que unos 35.000 millones pueden destinarse a ayudas) para arbitrar algún tipo de incentivo o garantía, no concretado hasta ahora, a las entidades privadas que cancelen deuda o renueven sus créditos. Ello supondrá un esfuerzo por parte de los países acreedores y, en última instancia, por parte de sus contribuyentes.

El objetivo de las nuevas medidas se centra en aliviar las cargas financieras de las naciones en vías de desarrollo con una reducción del volumen total de su deuda, que no ha dejado de incrementarse desde que, a principios de esta década, los países latinoamericanos, encabezados por México, se declararon incapaces de afrontar sus compromisos financieros.

Página 41

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_