La CE suspende la negociación comercial con Rumanía

La Comisión Europea anunció ayer la suspensión de la negociación comercial en curso entre la Comunidad Europea (CE) y Rumanía que, de hecho, estaba paralizada desde hace varios eses. "La CE no puede continuar la negociación con Rumanía mientras prosiga la sistemática violación de los derechos humanos en ese país", firmó ante el Parlamento Europeo el comisario encargado de as relaciones exteriores, el holandés Frans Andrissen, que precisó que la decisión había ido comunicada al embajador rumano en Bruselas.La intervención de Andriesen se produjo en el curso de un debate en sesión plenaria sobre una resolución de condena del régimen del presidente Nicolae Ceausescu que, tras ser edulcorada, fue finalmente aprobada por los escasos eurodiputados presentes en el hemiciclo. Sobre un total de 518 parlamentarios, 77 votaron a favor, 20 en contra y se abstuvieron.

[Por su parte, Francia convocó a su embajador en Rumanía a París "para consultas" y el ministerio de Exteriores advirtió la . seria preocupación" de su Gobierno por informes acerca de acciones adoptadas por el régimen rumano contra los firmantes :de una carta abierta a Ceaucescu, informa Reuter.]

Para que la resolución elaborada por el grupo liberal pudiese ser apadrinada por varios grupos políticos, incluidos los comunistas italianos, el texto -que pedía incluso declarar persona no grata a Ceaucescu- fue ligeramente suavizado. En la versión aprobada se limita a solicitar a los doce que "practiquen una política muy firme para exigir del régimen rumano el respeto de los derechos humanos", insta a privar a Ceaucescu, su familia y sus representantes de "todos los honores que les otorgan los Estados miembros", y pide a la Comisión Europea que envíe alimentos a Rumanía y conceda una ayuda a Hungría para acoger a refugiados rumanos.

Entre los diputados que rechazaron la resolución figuran varios liberales que, como la presidenta del grupo, la francesa Simone Veil, lo consideraron como . un compromiso demasiado débil". Veil había conminado a los doce a que dejen de importar productos alimenticios rumanos porque "esas exportaciones para obtener divisas fuertes privan a la población rumana de productos básicos". "No podemos comernos el pan de los rumanos", concluyó.

El modesto acuerdo comercial entre la CE y Bucarest, que entró en vigor en 1981, se encuentra prácticamente congelado y las negociaciones para renovarlo y ampliarlo estaban estancadas desde diciembre.