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Entrevista:LAS REFORMAS SOVIÉTICASEntrevista a Sergei Ajromeiev, Mariscal del Ejercito Soviético.

Mariscal Ajsromeiev: "La mayoría del Ejército está a favor de la 'peresitroika"

El oficial soviético admite que hay, problemas en las fuerzas armadas, pero asegura que no son políticos

"Estoy en el Ejército Rojo desde hace 49 años. Conozco a los militares soviéticos, hablo con los oficiales, visito los cuarteles. Hay inquietud y temor debido al recorte de medio millón de hombres, hay preocupación. Pero no es nada político. Creo que puedo afirmar que, al igual que yo, la mayoría de nuestros soldados está a favor de Ia perestroika". Vestido de uniforme, en la puerta de su despacho del Consejo Militar de Gorbachov, luciendo sus 11 filas de condecoradiones en el pecho, Sergei Ajromeiev pasea por el Kremlin el símbolo soviético, la estrella y el laurel, reservado a los seis últimos mariscales de la URSS. Es el oficial más cercano al líder soviético, Mijail. Gorbachov.

El mariscal Sergei Ajromeiev es el promotor del recorte unilateral de 500.000 hombres en el Ejército soviético. Pero es también quien dirigió la revolución silenciosa en el cúpula de las fuerzas armadas soviéticas, donde, desde 1985 hasta la fecha, Gorbachov ha ido sustituyen do pieza por pieza toda la jerarquía de mando, desmantelando así la cúpula militar brezneviana.Una vez concluida esta tarea, Ajromeiev ha abandonado su cargo de jefe del Estado Mayor y, por tanto, el mando operativo de las fuerzas armadas, pasando a ocupar el puesto de consejero del presidente del Presidium del Soviet Supremo. Su tarea es ahora coordinar la relación cada vez más estrecha entre las decisiones políticas y las militares y vigilar en nombre de Gorbachov el Ejército Rojo. Para él está clara la prioridad de la política sobre la fuerza. Prueba de ello es que sólo se ha negado a contestar una pregunta durante las tres horas que duró la entrevista en el Kremlin. Le pregunté si la invasión de Praga había sido un error. Con un brillo vindicativo en la mirada, levantó las manos, diciendo: "¿Por qué me lo pregunta a mí? Fue la política la que nos condujo a ello. Es la política la que debería contestar".

Pregunta. Mariscal Ajromeiev, ¿cuál es su opinión sobre la primera ronda de la negociación de Viena sobre armas convencionales en Europa?

Respuesta. Pienso que es un buen comienzo. Personalmente, opino que esta negociación es mejor que cualquiera de los otros intentos del pasado. Y la razón es que esta vez existe una base sobre la cual negociar. Tanto nuestros negociadores como los de Occidente tienen un programa preciso y Viena os la conclusión de dos años y medio de trabajo. Por otra parte, estoy convencido de que ambas partes estáninteresadas en concluir con éxito la negociación. Si quiere saber nú opinión, creo que sucederá así, aunque va, a costar conseguirlo.

Falta la Marina

P. ¿Pero está usted realmente convencido de que en las cifras de la OTAN que revelan la superioridad de las fuerzas soviéticas en Europa sólo hay una voluntad propagandística?

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R. No sólo eso. Hay también un fin político-militar que consiste en convencer a la gente de la aplastante supremacía en hombres y medio del Pacto de Varsovia. Es ya un resultado que la gente tenga en mente este concepto. No se puede decir que todo esto no sea propaganda. Pero ahora le pregunto yo una cosa, puesto que es usted italiano e Italia es un país de mar: ¿cómo se puede valorar el potencial militar de un bloque sin tener en cuenta su fuerza naval? Sin embargo, eri. las cifras de la OTAN, ésta no aparece reflejada. Por tanto, el cálculo no es objetivo. La verdad es que si se hace un análisis Ejobal de las fuerzas en juego, incluyendo la flota, hay una paridad sustancial entre las fuerzas de Europa de los dos bloques. Que se nieguen a hacer este análisis, o que lo realicen de forma incompleta, me obliga a pen sar que los fines sí son propagandísticos.

P. Pero la OTAN afirma que ustedes quieren incluir en las discusiones las fuerzas navales para ocultar su supremacía de dos a uno en carros de combate, yen artillería, y en infantería blindada... ¿Qué responde a esto?

R. Que sigo sin entender por qué la flota tiene que quedar excluida. ¿Sólo porque no le resulta cómodo a la OTAN? Nadie nos sabe explicar la razón. Tal vez sea inconfesable.

P. Mientras tanto, el nuevo secretario de Estado norteamericano, Jarnes Baker, ha pedido a la URSS que renuncie a la doctrina Breznev. ¿Están ustedes dispuestos a, hacerlo?

R. Yo no sé en qué consiste la doctrina de Breznev. Sencillamente, no existe. Y no sé de dónde la ha sacado el señor Baker.

P. Debería saber, mariscal, que es la doctrina que les llevó primero a Checoslovaquia y más tarde a Afganistán. ¿Entonces?

R. Entonces es inútil hablar de cosas que no existen. En el Ejército no existe la llamada estrategia Breznev. Desde luego, tenemos una doctrina, pero no se llama así.

P. La última doctrina Gorbachov prevé la reducción unilateral de 500.000 hombres en el Ejército soviético. En estos días acaba de iniciarse la retirada de Mongolia. ¿Cuándo empezará la retirada de Europa?

R. Tan pronto como sea posible. Digamos que en abril o mayo, para mayor seguridad. En total, las fuerzas armadas se reducirán en 240.000 hombres, 120.000 este año y 120.000 el que viene, y, además, el Ejército del Este quedará reducido en 200.0000 hombres y el del Sur en 80.000. Los recortes incluirán también todos los tipos de armas, desde los misiles hasta los aviones, la defensa antiaérea y la flota.

P. ¿Piensa el Ejército Rojo acompañar esta reducción de un nuevo planteamiento de la política del pasado o se limita a cumplir órdenes? Usted ha dicho, por ejemplo, que la URSS también es responrable en parte de la carrera arniamentista, pero no ha añadido nada más. ¿Puede concretar un poco?

R. Sí, he dicho algo parecido. Creo que ambas. partes son responsables, una más, otra menos, pero es lo mismo. Vea usted: después de 1985 hemos encontrado la posibilidad de escapar de este callejón sin salida de la carrera armamentista. Hemos adoptado otra política exterior basada en una nueva filosofía política. En los años setenta y principios de los ochenta nos atuvimos demasiado rígidamente al principio según el cual a cada acción debe corresponder una reacción. Probablemente debimos haber sido más flexibles también en aquellos años.

P. Pero hoy sigue habiendo signos de una resistencia por parte del Ejército a la reestructuración militar puesta en marcha por Gorbachov...

R. Oiga, yo he sido poco jefe del Estado Mayor. Puedo decirle que todos los altos cargos del Estado Mayor han participado desde el principio en el proyecto de reducir el Ejército en 500.000 hombres. Y me refiero al verano de 1988, no a dos o tres días antes del discurso de Gorbachov ante la ONU en el que anunció los recortes. Puedo añadir que las propuestas del Ministerio de Defensa han sido discutidas en la cúpula. Desde luego, la decisión es de Gorbachov. Pero, repito, ha sido elaborada en colaboración con los militares y todo el Estado Mayor. La supuesta resistencia es totalmente falsa. Nosotros, los oficiales, no somos analfabetos. Sabemos valorar la situación políticonúlitar existente, sabemos apreciar que la tensión ha disminuido en los últimos años y sabemos que sólo esto ha hecho posible los recortes.

P. No ignora usted, sin embargo, que cuando la noticia de su súbita dimisión como jefe del Estado Mayor llegó a Nueva York, precisamente en el mismo momento en que Gorbachov anunciaba los recortes que se iban a efectuar en el Ejército Rojo. ¿Por qué decidió marcharle en aquel momento?

R. Porque tengo 66 años, una edad demasiado avanzada para el puesto de jefe del Estado Mayor, que requiere de 15 a 16 horas diarias de trabajo, incluidos los domingos, y a menudo sin vacaciones. Hace algunos meses le dije al camarada Gorbachov que quería cambiar de trabajo. El cambio ya había sido aprobado desde hacía tiempo. Como ve, no hubo ninguna manipulación, ningún misterio.

"Decisión meditada"

P. Luego está usted diciendo que el Ejército y sus principales responsables están dispuestos a tolerar una reestructuración en número y peso, es decir, en su poder. Hace un año, sin embargo, un hombre como el general Trotjak, jefe de la Defensa Antiaérea, declaró que la decisión de Jruschov de eliminar del Ejército 1,2 millones de hombres había supuesto un "golpe colosal" para la capacidad defensiva de la URSS. ¿No es esto una advertencia?

R. La decisión de hoy corresponde a la situación político-militar actual en el mundo. No se trata de una decisión improvisada: ha sido pensada y discutida, y no afectará nuestra capacidad militar.

P. Usted formaba parte del Ejército en febrero de 1960, cuando Jruschov despidió a 500 generales en una noche. ¿Qué opinión le mereció aquella acción entonces y qué opinión le merece hoy?

R. Yo estaba entonces al frente de una división. Creo que no todas las decisiones fueron debidamente estudiadas, preparadasí meditadas. Y puede que se actuara con demasiada rapidez.

P. ¿Por qué lamentó el Politburó, durante una de sus reumones del pasado mes de octubre, el relajaniÍento de la disciplina militar? ¿Qué sucedió en los cuarteles?

R. Yo estuve presente enaquella reunión y tomé parte en la discusión. Se ha notado una cierta mejora en la disciplina, pero sigue habiendo grandes defectos. Puedo decir que la disciplina actual no crea problemas, aunque vuelvo a repetir que existen errores. No estamos en crisis, pero me parece justo que el Politburó sea duro y exija que corrijamos los errores.

P. Usted ha considerado sabia la decisión de la retirada de Afganistán. ¿Qué opinión le merece hoy la decisión soviética de entonces de entrar en aquel país?

R. Desde luego, no puedo emplear la misma palabra para calificar la entrada y la salida de nuestros soldados en Afganistán.

P. Se ha ido sustituyendo progresivamente toda la cúpula militar anterior a Gorbachov, y actualmente no hay ningún oficial nombrado antes de 1985 a la cabeza de las fuerzas armadas. ¿Qué significa este cambio en el poder?

R. Sólo es una razón de edad. Yo tengo 66 años, y soy el más joven de los oficiales jubilados. Los demás son todos mayores que yo.

P. Pero Kulikov, que está ahora al mando de las tropas del Pacto de Varsovia, tiene solamente dos años menos que su predecesor. ¿Se trata también en este caso de la edad?

R. Solamente de la edad. Mi sucesor tiene 16 años menos que yo.

P. Sin embargo, el jefe del departamento político del Ejército, general Lizicev, dice que la perestroika encuentra dificultades en el Ejército. ¿Qué quiere decir con ello?

R. Que hay problemas. Pero, cuidado. No son de carácter político, no se derivan del hecho de que algunos oficiales estén en contra de la perestroika. Los oficiales del Ejército y de la Marina apoyan esta política. Es más bien que la nueva situación exige a los oficiales una nueva manera de trabajar, más eficacia en su cometido. Pero no es fácil, y todo esto se va haciendo poco a poco.

P. El Ejército ha estado jugando siempre un papel importante en la cúpula soviética posterior a Stalin. ¿No cree que una vez que concluya esta reestructuración de hombres, medios y poder el papel de los militares quedará reducido y transformado?

R. No nos preocupa demasiado. No tenemos ambiciones ocultas. No soñamos con un Ejército mayor y más poderoso. Lo que pretendemos es la prosperidad del país. Y esta prosperidad sólo puede venir de la perestroika.

La Repubblica / EL PAÍS

Inquietud sobre el futuro

Es evidente la inquietud que las decisiones de Gorbachov respecto a los rangos y el futuro de los oficiales y los altos mandos provoca en ellos. Basta con leer las cartas publicadas en los periódicos. Tres ejemplos: el teniente coronel Tochelenko dice que "es francamente dificil aceptar esta reducción"; el coronel Majarhij explica que "estas decisiones truncarán la carrera de muchos militares"; el viejo general Barabolja blande el fantasma de Jruschov, repitiendo que "aquella reducción provocó serios daños psicológicos y la calidad del Ejército disminuyó". ¿No es todo esto prueba del descontento?'No, no es descontento: es inquietud respecto al destino de cada uno, al futuro de sus familias", responde Ajromeiev. Los oficiales despedidos tendrán que comenzar una nueva vida. Mentiría si dijera que estos recortes son una decisión fácil de tomar, ni siquiera para mí. Pero los oficiales se dan cuenta de que la reducción es necesaria, aunque pueda crear dificultades en el futuro. El Gobierno y el Ministerio de Defensa tomarán todas las medidas necesarias para proporcionarles trabajo y un hogar.

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