Debate sobre la vigencia de la arquitectura y el diseño de los años cincuenta
Europa está produciendo una revisión del 'art déco'
La revisión actual de la arquitectura y el diseño de los años cincuenta no va a traer consigo su recuperación, afirmaron los participantes en un coloquio celebrado con motivo del quinto número de la revista Arquitectura viva. Sin embargo, el paralelismo socioeconómico que existe entre aquella década y la actual ha permitido superar el olvido y la casi proscripción a que se sometieron las obras de aquellos momentos.
El revival, en resumen, no significa nunca una reconstrucción mecánica de un pasado, y por ello no volverá el art decó a las construcciones y espacios modernos.En este punto de vista coincidieron el catedrático de Estética Félix de Azúa, el profesor y crítico Francisco Calvo Serraller, el historiador Juan Antonio Ramírez y el escritor y periodista Vicente Verdú, que intervinieron en el coloquio de presentación del número de Arquitectura Viva. Esta publicación, dirigida por el arquitecto Luis Fernández Galiano, está dirigida a un público no profesional mucho más amplio que el de la otra revista editada por el mismo grupo, A-V Monografías.
'Modernidad'
A lo largo de los últimos meses la revisión de la arquitectura y el diseño de los años cincuenta ha permitido valorar la época y reconocerla como el momento en que la arquitectura vive su verdadera modernidad. La exposición celebrada en el Centro Pompidou de París ha provocado la aparición de numerosas publicaciones, y sobre todo ha llamado la atención sobre una época totalmente despreciada hasta no hace mucho. EL PAÍS publicó ya el año pasado un suplemento dedicado a los años cincuenta que, según explicó Vicente Verdú en el coloquio, adelantaba este resurgimiento dado el paralelismo que existe entre la década que concluye ahora y la de los años cincuenta. La equivalencia social que puede establecerse entre el optimismo que se vivió en los cincuenta, tras la posguerra, y la que se vive ahora, tras superar la crisis energética, permitía adivinar un nuevo ciclo. A pesar de ello, Francisco Calvo Serraller insistió en que en los años cincuenta es en el único período en que arquitectos y artistas plásticos actúan de forma enfática, ingenua y conscientemente moderna. Los participantes en la mesa coincidieron en que, sin embargo, humor e ironía es una característica determinante de las postrimerías del siglo que vivimos.
Félix de Azúa polemizó sobre la concepción ideológica de la arquitectura de los cincuenta con Juan Antonio Ramírez. El primero insistió en que ésa fue la década en que los vencidos en la guerra de Europa se reconocen como tal y se dan cuenta de que los únicos ganadores son Estados Unidos y la Unión Soviética y que es el momento de penetración del totalitarismo tecnocientífico. El segundo considera el momento como "contradictorio", en el que se suceden y se mezclan los estilos, y que las realizaciones efectistas no son mayoritarias, pero que la generación de entonces es la primera que ve arrasado el eclecticismo. Según Juan Antonio Ramírez, a partir de entonces los arquitectos actúan libremente, con la única limitación del presupuesto.
Babelia
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