La atraccion de lo incierto
"La música española no va a comerse el mercado mundial, a pesar del interés que despierta en la actualidad", afirma, rotundo, Santiago Auserón cuando se le pregunta sobre las posibilidades de la música española en el mercado internacional. "Podemos ser positivos en la medida que sepamos mantenernos al margen, para desde ahí aportar vitalidad. En caso contrario, los grandes negocios que puedan producirse a nivel internacional llevarán en su lanzamiento el sello implícito de su decadencia".Este escepticismo, o aparente decepción, de Radio Futura respecto a la expansión de la rnúsica hispana se produce a los 10 años de la creación del grupo. En el año 1979, un conjunto de seis amigos comenzaron a elaborar una música que, posteriormente, ha experimentado notables transformaciones, culminadas en sus dos últimos discos, La canción de Juan Perro y el próximo Escueladecalor. De aquel grupo representativo de una de las líneas más personales dentro de la nueva ola madrileña sólo permanecen los hermanos Auserón y Enrique Sierra.
El pop de sus comienzos se ha convertido en los últimos años en un acercamiento a la música de raíz latina, basada en ritmos calientes y tratando de mantener un difícil equilibrio entre la defensa de una vanguardia artística y las necesidades de un mercado de masas. Decididos a proclamar a los cuatro vientos el fin de una etapa, el porvenir de Radio Futura se juega hoy en el terreno de la incertidumbre. "Hay que asumir", afirman, "que pueden llegar rachas difíciles, porque un producto que se cuestione su razón de ser hace perder velocidad a la hora de venderlo y el cálculo de beneficios se dificulta. Nuestra obligación no es calcular estos beneficios, sino hacer una música válida y duradera, asumir el riesgo y luchar contra él. Ofrecer algo que combata la decepción como sentimiento decadente. De esta manera, nuestro trabajo tendrá sentido público".
Babelia
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