Graves consecuencias ecologicas y económicas de los incendios de Asturias

Aunque la nieve y la lluvia han sido en general muy bien recibidas, en Asturias las lluvias fuertes pueden ser perjudiciales por su efecto de erosión en las zonas donde se ha quemado la vegetación. Los 531 incendios forestales deciarados desde el pasado 1 de enero han arrasado un total de 32.000 hectáreas de monte bajo y arbolado, y han supuestounas pérdidas de 3.000 millones de pesetas, según los datos oficiales facilitados por el Gobierno del Principado. El 80% de los fuegos fueron provocados por negligencia o intencionadamente.El Ejecutivo autónomo considera que la catástrofe tiene "gravísimas consecuenclas en el orden ecológico y económico" y ha solicitado la declaración de zona catastrófica para las comarcas más afectadas, que son las de la zona occidental de la región. La lluvia, que ha caído con intensidad en los últimos días, ha sofocado la totalidad de los incendios que con mayor intensidad se habían declarado el fin de semana último.

De las 32.029 hectáreas quemadas (extensión seis veces superior a la afectada por los fuegos producidos durante 1988), 13.152 lo fueron de superficie arbolada y 16.875, de monte raso. La mayor parte de los incendios se produjeron por quemas incontroladas de rastrojos o de pastos o por acciones de excursionistas aprovechando el buen tiempo y la sequía que padeció la región desde finales del verano pasado hasta esta semana.