La elección de Alberto Berguer da continuidad a la gestión del Consejo General de Médicos

La elección ayer de Alberto Berguer como presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos cierra la crisis abierta en esa institución tras el escándalo de la venta de varios pisos propiedad de la mutua Previsión Sanitaria. Berguer, hasta ahora vicepresidente, tomó posesión de su cargo -en el que sustituye a Ricardo Ferré, que dimitió el 19 de diciembre pasado- ayer mismo para poder actuar hoy como presidente del comité permanente de médicos de la Comunidad Europea, que se reúne por primera vez en España. En este encuentro, que durará hasta el sábado, se va a analizar el paro en los médicos, las recomendaciones comunitarias sobre el SIDA y la formación en los países ole la CE.

La elección de Berguer da continuidad al giro que inició Ricardo Ferré, cuando sustituyó al polémico Ramiro Rivera. Una de las notas más destacadas de esta etapa ha sido el diálogo abierto con la administración frente a la confrontación que protagonizaba Rivera. El propio Alberto Berguer manifestaba, tras conocer su elección, que en "estos momentos mi grave problema no es que soy presidente de la OMC, sino que soy presidente de los colegios de Europa. Hasta el lunes no podré abordar los problemas de la institución española".

Temas delicados

La pugna por el control de la Organización Médica colegial estuvo reñida hasta el cierre de las urnas a la una de la tarde. Ninguno de los 52 presidentes de colegios provinciales, presentes ayer en la sede de la OMC para emitir su voto, se atrevía a inclinarse públicamente por Alberto Berguer o por su principal oponente, Ramón Trias, presidente del colegio de Barcelona. Al final el recuento arrojó 26 votos para Berguer frente a los 21 que obtuvo Ramón Trias. Bonifacio Piga, catedrático de Medicina Legal, que se presentaba como tercer candidato, no dispersó el voto ya que ninguno de los presidentes voto por él.Berguer, que se presentó como el presidente de la OMC "que ha sacado un mayor número de votos desde que hay unas elecciones democráticas", matizó que en estas elecciones no "hay vencedores ni vencidos, porque somos dos candidatos sin discrepancias ideológicas en profundidad".

[El ministro de Sanidad Julián García Vargas acudió a la toma de posesión de Berguer a quien reiteró los deseos de seguir colaborando con la OMC, impulsando los programas de formación de especialistas y el reciclaje de los médicos, según informa EFE. Berguer, por su parte, resaltó el papel de la OMC como organismo intermedio entre la sociedad y la Administración.] El mandato de Berguer terminará en julio del año próximo, fecha en la que concluía el de Ricardo Ferré. Entre los objetivos inmediatos de Berguer figuran "algunos temas delicados que me obsesionan, como el de la responsabilidad civil. Ahora en España para indennizar a un paciente por una supuesta mala práctica es necesario que el médico sea juzgado y penado. Esto rompe todo el equilibrio entre lo que debe ser considerado error médico y lo que puede ser un error del sistema. Tenemos que conseguir con la administración una definición clara de la responsabilidad civil".

Parados

"En España", continua Berguer, "no hay una norma legal que regule y especifique cómo deben ser las autorizaciones de los pacientes a los médicos ante una intervención quirúrgica por ejemplo, y nos estamos encontrando con que muchos fiscales no aceptan las autorizaciones tal y como se están firmando ahora. A esto hay que unir las dificultades que encontramos para definir, con las nuevas tecnologías, lo que es un acto médico". Con respecto a la reforma del Código Deontológico, que está a punto de aprobar la OMC, Berguer manifestó que "hay que adecuarlo a la directiva que aprobó el parlamento europeo en septiembre de 1988, aunque hay que tener en cuenta que las competencias de los colegios médicos europeos son muy diferentes a las nuestros. En algunos países tienen capacidad sancionadora".Los representantes de los colegios médicos de la CE van a abordar los problemas que se pueden plantear a partir de 092 con la libre circulación de profesionales. Italia y España son los dos países europeos con mayor número de parados.