Plan para que la guerrilla salvadoreña hable con el Gobierno, el Parlamento y los militares
La reunión entre los partidos políticos salvadoreños y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) concluyó en la noche del miércoles sin acuerdo; concretos, pero con el compromiso de las organizaciones asistentes de promover una reunión entre los insurgentes, el Gobierno, el Parlamento y las fuerzas armadas. Era lo más que se podía esperar después de dos días en los que quedó patente la incapacidad de los partidos para tomar decisiones.
Los dirigentes políticos aseguraron en la declaración final de la reunión celebrada en el balneario mexicano de Oaxtepec que intentarán que se celebre "de inmediato y con la urgencia que el caso amerita" un diálogo entre el FMLN y el poder ejecutivo, legislativo y militar para considerar la propuesta guerrillera de aplazar las elecciones.El representante del presidente Napoleón Duarte en Oaxtepec, Eduardo Colindres, advirtió que esto no significa que la oferta de los alzados en armas vaya a ser aceptada.
El jefe de la delegación guerrillera, comandante Shafik Hándal, se consideró satisfecho con los resultados de la reunión y calificó de "positivo" el hecho de que los partidos se comprometiesen "a hacer viable la propuesta del FMLN".
Los representantes de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), la fuerza política mayoritaria en El Salvador, declararon que, pese a que acudieron a la cita de México con buena voluntad, serán los poderes del Estado, y no los partidos, quie ries decidan finalmente si las elecciones presidenciales se celebrar el 19 de marzo o se aplazan.
"No tenemos posibilidades de tomar decisiones aquí" reconoció Francisco Merino, candidato a la vicepresidencia por Arena.
El veto del Ejército
Los representantes de Arena procuraron huir en una conferencia de prensa de las preguntas relativas al poder de veto que el Ejército tiene, de hecho, sobre las decisiones que tome el Parlamerto y los partidos políticos.
Merino admitió, no obstante, que un acuerdo unilateral de las fuerzas políticas con el FMLN podría irritar a otras instituciones del Estado.
'No podemos decir que no hubiera grupos que se rebelasen contra esto", manifestó Merino en referencia al riesgo de un golpe militar en el caso de que la propuesta guerrilla de retrasar las elecciones fuese aceptada.
Queda todavía abierta una mínima rendija para que la oferta del FMLN pueda colarse, pero la actitud mostrada anteriormente por el presidente Duarte y el Ejército no anima al optimismo.
Todos saben, sin embargo, que está sobre la mesa la mejor opción que nunca ha tenido El Salvador para acabar con la guerra.
El FMLN ha presentado en México ampliaciones de su propuesta original que dejan todavía más claro su compromiso de abandonar "de manera definitiva" la lucha armada, incoporarse a la vida política del país y reconocer la existencia de "un sólo Ejército" si se cumplen sus condiciones.
Éstas son: el juicio de responsables de matanzas y crímenes; la reducción de las fuerzas armadas a unos 12.000 hombres y la disolución de los actuales cuerpos de seguridad.
Los aliados políticos de la guerrilla, los partidos de la Convergencia Democrática, han anunciado que ellos no respaldan la exigencia de los juicios.
Fuentes próximas a los alzados en armas creen que también el FMLN podría ser flexible en éste y otros puntos si se acepta su idea general de retrasar los comicios para crear las condiciones de una transición pactada mediante negociaciones que establezcan un alto el fuego y aborden otros problemas de la violencia en El Salvador.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.