Se necesitan soldadores

Soy un mando intermedio en una empresa de unos 100 operarios, y, debido al actual crecimiento económico, nuestra empresa también va a crecer. Tenemos plazas para unos 25 operarios soldadores. La primera sorpresa es que con tanto paro obrero no aparece ningún profesional. Vienen algunos principiantes, pero no oficiales, y tengo noticias de que en otras empresas tampoco encuentran personal formado.Cabe por tanto deducir que en España hay mucho paro de obreros sin cualificar, pero no así de auténticos profesionales.

Se me ofrecen muchos jóvenes en paro, entre 18 y 26 años, con buena voluntad, dispuestos a entrar "de lo que sea, lo importante es entrar", pero que no saben hacer nada porque nunca empezaron a trabajar.

¿Y por qué no empezaron?

Todos los que comenzamos de aprendices hace ya 30 o 40 años recordamos que éramos un poco la carne de cañón de los patronos, y nuestras condiciones de trabajo eran muy precarias. Pero el que valía sacaba la cabeza, o se iba a otra empresa de ayudante y empezaba a subir.

Está muy bien que los sindicatos actuales protejan a los jóvenes contra la explotación, pero si se pasan y los superprotegen y pretenden que sin saber hacer nada les den el oro y el moro, los empresarios dicen: "Pues muy bien, que se lo den", pero ellos no meten a nadie.

Y así ocurre que de las empresas españolas han desaparecido los aprendices, con el resultado de que ahora no hay ni uno. Solamente hay peones y en paro.

No veía yo tan mal el Plan de Empleo Juvenil. ¡Ojalá lo hubiera tenido yo! Efectivamente, es un buen plan para el patrono. Le tiene que convenir admitir a un joven, y a éste le conviene entrar. No tiene nada que perder y sí mucho que ganar. Le sobran tiempo y ganas de aprender.

¿Y el señor Redondo lo rechaza y pide que, de entrada, les den más, con más ventajas y seguridades? Pues nuevamente les dirán: "Muy bien, que te lo den". No creo yo que sea en mi empresa ciertamente. Y así están las cosas ellos seguirán en su paro eterno y nosotros seguiremos necesitando oficiales.-Luis Torres Flores.