Los resultados de Arco 89 consolidan a la feria en la corriente principal del mercado mundial de arte
Galeristas y visitantes constatan la profesionalidad de la organización
La feria de arte Arco 89 se cerró ayer en Madrid con los mejores resultados económicos y organizativos de su historia. El balance de transacciones entre las 190 galerías, de las que 77 eran españolas, y el nivel de calidad de las obras presentadas y el interés de las actividades paralelas consolidan a Arco en la corriente principal del mercado mundial del arte. Los galeristas coinciden en señalar que el próximo paso es la participación de algunas grandes galerías internacionales que se mantenían a la expectativa del crecimiento de la feria.
Arco no ha alcanzado aún, ni con mucho, las dimensiones de ferias de arte internacionalmente afianzadas como la de Chicago, la de Basilea o la de París, pero la impresión de expositores y visitantes profesionales tras la edición que se cerró ayer es que se encuentra en el camino de hacerlo. Este año los organizadoes de la feria madrileña estiman el número de visitantes en 140.000 personas, lo que supone 21.000 más que el año pasado.El ulterior crecimiento de la feria de arte madrileña depende, en buena parte, de la evolución del mercado de arte y del coleccionismo españoles.
"España tiene todas las posibilidades en este terreno", opina el galerista londinense Gilbert Lloyd, "pero parece claro que un país con la tradición artística y la eclosión creativa que está viviendo España necesita todavía de unas estructuras de mercado verdaderamente profesionales y de una actividad coleccionista que aquí se encuentra en ciernes".
Uno de los galeristas favorablemente impresionados por la presente edición de la feria Arco 89 era el director de la galería Maeght de Barcelona, Francesc Farreras. El galerista se mostraba satisfecho "del creciente nivel de profesionalidad y eficacia de la organización, así como de la atmósfera más favorable a los contactos entre expositores y, desde luego, del aumento de la calidad de las obras presentadas, sin las incomprensibles discordancias que podían advertirse en las primeras ediciones".
El alto nivel de ventas registrado por muchas de las galerías participantes en Arco es un factor importante en la valoración positiva de la feria por parte de muchos expositores. Por vez primera, se ha dado el caso de que muchas galerías iniciaron la feria con obras vendidas o reservadas, hecho corriente en otras ferias.
Otro factor en el que han hecho hincapié muchos galeristas y visitantes de Arco es la recuperación de la primacía, en cuanto a interés por parte de los compradores, de los artistas y obras de las vanguardias.
El hecho de que artistas como Picasso, Léger, Arp y otros maestros hayan copado los primeros lugares en cuanto a las cifras de venta más elevadas es significativo y viene corroborado por el éxito de otros artistas vivos, como Tàpies, Lucio Muñoz y otros.
Tendencia realista
No obstante, artistas de tendencia realista como el colombiano Fernando Botero han tenido también un elevado nivel de aceptación, cotizaciones y ventas.La sorpresa, en el capítulo de ventas, vino dada por las elevadas cotizaciones alcanzadas por unos grabados de la primera época del recientemente fallecido Salvador Dalí, que muchos expertos consideraban en cuarentena por la cautela de los coleccionistas, a la espera de que el mercado se clarifique.
"Lo que falta ahora para que Arco tenga un verdadero peso específico en el mercado mundial de arte", apuntó un periodista norteamericano presente en la feria, "es que galerías como Leo Castelli, de Nueva York; Beyeler, de Suiza, u otras de primera fila se decidan a participar como lo hacen en las ferias más importantes de Europa v América".
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