El PSOE quiere medidas que respondan a las demandas del 14-D

El Grupo Parlamentario Socialista considera "bueno que el Gobierno ponga en marcha un conjunto de medidas dirigidas a la sociedad que respondan a las motivaciones del 14-D y a sus consecuencias, aunque no necesariamente en la cuantía y los conceptos que demandan" los sindicatos.

Así lo manifestó ayer ante la Prensa el presidente del citado grupo, Eduardo Martín Toval, tras su entrevista con una delegación de UGT, dentro de la ronda de conversaciones de las centrales con los grupos parlamentarios para informarles del proceso de concertación fracasado. El representante socialista comunicó al sindicato que su grupo apoyará las posiciones del Gobierno hoy en el debate sobre el estado de la nación.

El dirigente ugetista Apolinar Rodríguez informó que la reunión había sido "agradable", ya que no hubo descalificaciones hacia las demandas de las centrales ni se argumentaron dificultades presupuestarias para no atenderlas. Posteriormente, Martín Toval puntualizó que no había hecho ninguna apreciación favorable ni desfavorable a las posibilidades presupuestarias.

Paso adelante

Para Apolinar Rodríguez, el encuentro de ayer supone un paso adelante respecto a uno similar mantenido en octubre pasado, ya que entonces encontraron "comprensión" en todos los grupos parlamentarios excepto en el Socialista.Los representantes ugetistas confian en que el Gobieno ponga en marcha las medidas ofrecidas en la mesa de negociación, como la equiparación de pensiones o el aumento de la cobertura del desempleo, aunque sean insuficientes.

Lo contrario sería castigar a los colectivos más desfavorecidos, como los parados y los pensionistas, a juicio del secretario general del sindicato, Nicolás Redondo, según declaró en una reunión mantenida con los medios informativos para presentar el documento sobre el espacio social europeo que ha enviado al Gobierno. Redondo califica de reaccionaria la propuesta hecha por el presidente del Gobierno el pasado viernes, quien mantiene la oferta de 369.000 millones de pesetas para los ejercicios presupuesitarios de 1989 y 1990 a cambio de paz social.

El máximo dirigente ugetista asegura que su sindicato no puede garantizar "la paz eterna", pero si se hubiera logrado un acuerdo en los cuatro puntos que se han negociado "se habría serenado la situación", y está convencido de que habrá tensiones mientras no haya una política social más eficaz y más justa.

El respaldo de los grupos parlamentarios de oposición a las demandas de los sindicatos no obliga a UGT a darles su apoyo electoral, pero sí a reconocer que tienen "sensibilidad social".