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El 'espectro' de Michele Sindona

El principal investigador de la muerte del banquero nunca creyó en el suicidio

Juan Arias

La Fiscalía General de Milán, junto con el juez instructor de Voghera, Giovanni Simone, decidirá hoy si procede reabrir la investigación judicial sobre la muerte del banquero siciliano Michele Sindona, amigo del Vaticano y en conexión con la Mafia y la logia masónica P-2 de Licio Gelli. Sindona falleció el 22 de marzo de 1986 en la cárcel de máxima seguridad de Voghera tras, supuestamente, tras haber bebido un café con cianuro en el retrete de su celda.Se había dicho siempre oficialmente que Sindona, condenado días antes a cadena perpetua, se había suicidado, pero las dudas cundieron por doquier.

Ahora, de repente, a raíz de la emisión, en la noche del viernes, del programa televisivo Teléfono Giallo, de la RAI-3, al que telefonearon de forma anónima dos de los guardianes que habían custodiado a Sindona, se vuelve a hablar abiertamente de la posibilidad de homicidio. Los comunicantes aseguraron que Sindona fue asesinado, y facilitaron toda una serie de detalles muy concretos, entre ellos, que habían sido cambiados los libros de registro de las visitas a la cárcel para que no se conociera la identidad de algunas personalidades que le habían visitado en vísperas de su muerte y que algunos vigilantes habían sido trasladados en los últimos días.

Los jueces han secuestrado la grabación de dichas llamadas telefónicas anónimas y las están estudiando. Al final del programa, uno de los magistrados que había participado en el debate sobre el caso Sindona había afirmado que si se pudiera probar una sola de las cosas confiadas por las voces anánimas habría que reabrir el proceso. Naturalmente, el caso es delicado.

Algunos políticos que habían estado involucrados en el escándalo del famoso banquero han comentado: "¡Otra vez Sindona!", con cierto fastidio. De ahí que no se descarte que todo quede en agua de borrajas, aunque los radicales han anunciado que si no se reabre el proceso presentarán una interpelación parlamentaria sobre el caso.

Por su parte, el socialista Francesco de Martino, ex presidente de la comisión parlamentaria sobre el caso Sindona, afirmó ayer: "Nunca estuve convencido del suicidio de Sindona. Era un hombre demasiado combativo para quitarse voluntariamente la vida. Ya entonces me parecieron muy débiles las tesis que apoyaban la hipótesis del suicidio, aunque tampoco se encontraron pruebas fehacientes para demostrar el homicidio". Según los guardianes que llamaron a Teléfono Giallo, dichas pruebas no se encontraron, no porque no existieran, sino porque no se quisieron buscar.

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