Los radicales afganos siguen bloqueando la 'shura'

ENVIADA ESPECIAL Las fuertes presiones ejercidas por el Gobierno de Pakistán sobre la alianza muyahidin y los afganos residentes en Irán no habían logrado anoche romper el bloqueo que provocó el viernes la cancelación del shura o consejo consultivo afgano. Karim Jalili, presidente de la coalición de los partidos afganos establecidos en Irán, dijo a este periódico que "nadie va a hacerse con el poder en Afganistán". Jalilí espera que los elementos más radicales de la alianza muyahidin "se den cuenta de que para que haya paz tienen que aceptar el acuerdo firmado en Teherán".

Por su parte, Abdul Rasul Sayaf, portavoz de la alianza desde el jueves y uno de los líderes radicales, insistió ayer, en una conferencia de prensa, en que los escaños asignados a los refugiados en Irán son 60. Destacó que hay otros 42 escaños asignados a afganos exiliados en Estados Unidos o Europa y a los buenos musulmanes del actual régimen de Kabul. Los siete partidos de la alianza se reservan cada uno 60 escaños.El acuerdo firmado por el presidente de la alianza, Sebgatula Mojadedi, elevaba a 100 la representacion shií y les concedía también siete ministerios del Gobierno de transición, que debía haber nombrado el shura. Los tres partidos, incluido el de Mojadedi, moderados de la alianza, han suscrito este acuerdo firmado hace una semana; sin embargo, los cuatro radicales lo boicotean porque aseguran que favorece a los moderados.

Sayaf criticó duramente a la Prensa internacional por calificar de "fracaso" la interrupción indefinida del shura, y negó que se convocara a sus 529 miembros sin una agenda concreta. "Hay una propuesta para la formación de un Gobierno interino, pero se necesita oír todas la voces y tiempo para discutirlas", señaló.

Antes de desatarse el enfrentamiento por la participación shií, moderados y radicales habían llegado a un principio de acuerdo para presentar a Mojadedi como candidato a la jefatura del Estado y a Ahmed Shah, como candidato a primer ministro. Este último goza del apoyo incondicional de Gulbudin Heckmatiar, el más extremista de los líderes sunies. Burhanudin Rabani, líder del también radical Jamiat i Islami, uno de los partidos con mayor presencia guerrillera en Afganistán, se perfilaba como posible alternativa al discutido Ahmed Shah.

Jalili y la delegación que le acompaña habían anunciado el viernes su vuelta a Irán, pero el Gobierno paquistaní logró retrasar su partida. Durante todo el día de ayer no se produjeron cambios en las propuestas de unos y otros, y Jalili volvió a anunciar que, "a más tardar", saldría hoy para Teherán.

El dirigente de dos millones de afganos refugiados en Irán insistió en que el Shura ha de ser representativo de todos los muyahidin que han realizado la guerra santa para liberar a Afganistán de los invasores soviéticos y de su régimen marioneta". Un 10% de la población afgana es shií y los guerrilleros de esta secta controlan una buena parte del centro del país.

Irán presiona a los shiíes

Jalilí insiste en que la representación en las instituciones afganas no ha de hacerse en base a sectas, sino a la contribución aportada para liberar el país".

Irán, empeñado en su guerra con Irak, se mantenía a cierta distancia del conflicto afgano, pero ahora ha realizado un giro en su política y presiona a los refugiados shiíes para que exijan una voz en el nuevo Gobierno.

La influencia en Afganistán es importante para Irán tras la derrota sufrida frente a Irak.

Los siete líderes de la alianza suní pasaron toda la mañana del sábado reunidos sin poder limar las profundas diferencias que les separan.

A su vez, una elite de los 210 comandantes venidos de Afganistán para participar en el shura celebraron también un encuentro a puerta cerrada para revisar la situación militar del país. Los comandantes, privadamente, criticaron a los políticos por haberlos hecho venir "sin tener una propuesta sólida" sobre el futuro Gobierno de Afganistán que podría haber legitimado el shura.

Según Sayaf, en las "próximas 48 horas" se realizará una nueva convocatoria del consejo consultivo. Sin embargo, el escepticismo parece haberse adueñado de los participantes.

[El presidente norteamericano George Bush anunció el viernes que EE UU mantendría su ayruda a los rebeldes afganos en tanto Moscú siguiera apoyando al Gobierno de Najibulá en Kabull, según informaba ayer el New York Times. Bush habría aceptado este consejo de sus asesores durante una reunión del Consejo, de Seguridad Nacional poco antes de que el inquilino de la Casa Blanca iniciara su viaje relámpago a Canadá.

Según estas fuentes, la decisión de Bush "no representa un cambio de política sino un cambio de tono". Un responsable del departamento de Estado norteamericano indicó que "nuestra política sigue manteniendo el principio de la simetría positiva [ con la URSS]". El apoyo a los rebeldes es necesario, según fuentes norteamericanas, porque, a pesar de su retirada de Afganistán, los soviéticos han deja enormes cantidades de material militar al Gobierno de Najibulá y siguen enviando aún más, informa la agencia France Iresse.]