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La CE carece de medios para comprobar si la carne de vacuno contiene hormonas

Estados Unidos y la Comunidad Europea (CE) se han enzarzado en una miniguerra comercial tras la prohibicón del consumo de carne tratada con hormonas en el Viejo Continente, pero los doce no parecen en condiciones de comprobar que el vacuno que importan no contiene esas sustancias. Según todos los funcionarios consultados, los medios de la CE para controlar esa carne son insuficientes.

Ante una comisión de investigación del Parlamento Europeo, veterinarios y altos funcionarios de los Estados miembros confirmaron su voluntad de cumplir la directiva comunitaria sobre la prohibición de la producción e importación de carne hormonada, pero confesaron también que, ea muchos casos, los medios de los que disponen para aplicarla son escasos.El que mas se quejó ante los eurodiputados de la pobreza de medios de control fue el funcionarlo del Ministerio de Agricultara portugués, Carlos Estezes Mourao, pero los representantes de otros países más ricos, como Francia, tampoco parecen estar mejor equipados. Una reciente investigación del diario parisino "Liberation" puso de relieve que solo el 0,3% de la carne importaela en Francia era examinada en Poitiers, donde está el único laboratorio especializado, y como tarda una semana en comunicar el resultado, el vacuno es comercializado mientras se está aún efectuando su análisis.

Pero incluso en Estados miembros que cuentan con mas medios los expertos son escépticos sobre su facultad de controlar el tratamiento de la carne. El Doctor Schinidt, del Instituto de Higiene Veterinaria de Baviera (RFA) reconoció que las hormonas naturales, no las artificiales, son difíciles de localizar, especialmente en los animales adultos, excepto si se conoce el lugar del cuerpo donde ha sido practicada la inyección. Aun así, concluyó, siempre subsistirá un margen de error.

Su homólogo británico, el Doctor Crawford, jefe adjunto de la oficina veterinaria del Ministerio de Agricultura, alegó ante la comisión parlamentaria para explicar la dificultad de su tarea, que un mismo animal cambia en el Reino Unido frecuentemente de propietario, lo que impide determinar cuál de ellos inyectó las hormonas.

Honestidad británica

A pesar de que no es fácil saber si hacen trampa, los ganaderos británicos deben ser un modelo de honestidad, porque, según Crawford, sólo se han decubierto en su país en 1988, 20 casos de animales tratados con hormonas. Una cifra tan baja que incitó a un eurodiputado a comentar en voz alta: "Una de dos, o los ingleses son santos, o su sistema de control no funciona". En un Estado miembro mas pequeño, como Bélgica, casi el 11% de los 6.744 análisis efectuados en laboratorio en 1988 fueron positivos.El descubrimiento de una nueva hormona mucho más eficaz corre el riesgo de convertir la actual mipiguerra entre EE.UU. y los "doce" en un gran conflicto comercial, vaticinó, por su parte, Francois Larny, responsable de la asociación que reagrupa a las principales organizaciones de consumidores de la Comunidad.

La somatotropina vacuna (BST), que está siendo probada a ambos lados del Atlántico, puede, por ejemplo, incrementar la producción lechera entre un 20% y un 30% y su mercado potencial ha sido evaluado en 115.000 millones de pesetas al año. Sus fabricantes, como la multinacional norteamericana Monsanto, aseguran que es inocua para la salud, motivo por el cual será próximamente autorizada en EE. UU y también debería serlo en la CE. Si la Comunidad es consecuente tendría, sin embargo, que prohibirla, como lo ha hecho con sus predecesoras. "Si lo hace agravará la tensión entre Washington y Brusela?, aseguró Lamy.

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