"La atmósfera es la ideología", dice el director de teatro Anatoli Vasiliev
El montaje de 'Seis personajes en busca de autor' se presenta en Barcelona
JOAN DE SAGARRA, El director teatral soviético Anatoli Vasiliev explicó en Barcelona, donde hoy presentará su montaje de la obra, Seis personajes en busca de autor, de Pirandello, que "el teatro en la Unión Soviética se ha democratizado en los últimos tres años". Aun así, Vasiliev afirmó que centra todo su esfuerzo en el contenido estético de las obras, porque "las compañías soviéticas con repertorio político acabarán por fracasar". Para el director, en un escenario, "la atmósfera es la ideología".
El Pirandello de Vasiliev, un Pirandello abierto, libérrimo en cuanto al texto, pero pirandelliano hasta la médula -"Pirandello", decía recientemente Vasiliev en París, "es un autor fabuloso: ni místico, ni burgués, ni comercial; un autor demoniaco cuyos escritos están ahí, para recordarnos un punto de vista esencial: un hombre de teatro es ante todo un artista. Un artista libre; es decir, capaz de crear, de interpretar con libertad"-, ya fue presentado en Madrid dentro del marco del Festival de Otoño, donde pasó un tanto inadvertido.Anatoli Vasiliev es, a sus 46 años, el director soviético de moda en Europa. Algunas publicaciones de una frivolidad manifiesta no) dudan en llamarle el enfant terrible -¡a sus 46 años!- de Mijail Gorbachov; otras, más comedidas, le señalan como el posible sucesor de Liubimov, el de la gloriosa Taganka. Es evidente que en esa moda Vasiliev desempeña un papel importante Gorbachov y la perestroika, de la que Vasiliev es uno de sus principales beneficiarios -por fin se le ofrece un teatro, su teatro, en Moscú, en la calle de Stretenka, diseñado por su escenógrafo, el también, arquitecto Igor Popov.
La fama del soviético se apoya en un par de montajes -el del Pirandeflo y el de la obra El aro (Sersó), de Víctor Slavkin-, los cuales se han representado en los principales festivales europeos durante 1987 y 1988. Dos de entre los tan sólo ocho montajes que Vasiliev ha realizado en 15 años.
Al margen de su sólida formación teatral -adquirida en las clases de dos discípulos directos de Stanislavski, Andrei Popov y María Knebel, en el Conservatorio Nacional Superior de Arte Dramático Lunacharski, de Moscú-, de su gran curiosidad intelectual y artística, de su enorme capacidad de trabajo y de su condición de gurú (la labor pedagógica de Vasiliev es muy valiosa), lo que atrae al público europeo de los montajes de Vasiliev -s su desinterés por la pura ideología, por la pura política prelominante hasta no hace mucho en el teatro soviético, donde, por lesgracia, todavía colea- y su ostenciación de Ia atmósfera". Ta atmósfera es la ideología"; Ia atmósfera es la carne del espítu", dice. Una atmósfera que el director consigue a través de un tratamiento cinematográfico del actor. Detrás de los montajes de Vasiliev están las imágenes, los fantasmas de Visconti y, sobre todo, de Fellini, según su propia confesión. A esta atmósfera se accede gracias aV alma (dushá) que impregna el teatro ruso.
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