Agnelli acusa al PCI de conjura contra Fiat
Gianni Agnelli, el rey de la Fiat, entregó personalmente el pasado miércoles al presidente italiano, Francesco Cossiga, el libro blanco sobre dicha empresa en el que se responde al informe rojo presentado semanas atrás, también al jefe del Estado, por el Partido Comunista Italiano (PCI). En el libro-defensa de Fiat, de 39 páginas, se empieza diciendo que la campaña contra el supuesto "antisindicalismo" del grupo de Agnelli ha sido una "conjura" del diario comunista L'Unità.
Dicho periódico, que ha publicado sobre el caso 37 artículos, consiguió "contagiar" más tarde al resto de la Prensa. Y puesto que las mayores denuncias de comportamientos antisindicalas procedían de la fábrica de Arese, el informe de Fiat afirma que ya desde 1982, es decir cinco años antes de que el grupo de Agnelli se hiciera cargo de la fábrica, los sindicatos no habían firmado un solo acuerdo y que los trabajadores para resolver sus problemas se remitían a los magistrados.En el libro blanco de Fiat se sintetiza así la actitud de los trabajadores inquietos y "contestatarios": "1) Cuando no acepto las reglas del juego me hago justicia por mí mismo. 2) Si la empresa me sanciona recurro a los jueces. 3) Si el magistrado no me da razón quiere decir que esta vendido a Fiat. 4) Si me da razon es un acto de justicia. 5) Si el magistrado de grado superior sentencia contra mí es porque está de parte de Fiat y expresa un juicio político". A eso hay que añadir, dice la Fiat, la práctica de "denunciar a los dirigentes". Sobre este informe ha ironizado el PCI diciendo: "Lo han llamado libro blanco quizás porque es muy pobre y hasta desconcertante, sólo se explica como signo de debilidad".
Respondiendo al trabajador Walter Molinaro -llamado el pequeño Goliat-, el primero que denunció públicamente a Fiat de haberle prometido un ascenso si rompía el carnet del sindicato, la empresa afirma que el trabajo que él hacía era muy delicado, que exigía continuidad, y que debido a sus tareas sindicales desde 1979 a 1988 había trabajado, respectivamente, sólo 87, 93, 59, 77, 119, 134, 50, 98 y 79 días al año de una media de 225-230 jornadas de trabajo.
Aumentos y sindicalización
En cuanto a las acusaciones de que los ascensos por méritos no se concedían a los afiliados al sindicato, el libro blanco indica que en Fiat-auto, frente a un 24% de sindicalización, el 20% de los ascensos recayeron en afiliados al sindicato, mientras que 792 trabajadores en Arese y 1.147 en Pomigliano d'Arco no han renovado "voluntariamente" su carné sindical pero tampoco han recibido ningún premio por ello.Los comunistas responden que el informe Fiat habla sólo de casos aislados, pero que en realidad son muchísimos los afectados en Arese, Pomigliano, Turín, Foggia y en otras fábricas como ha sido publicado en el diario L'Unità y como aparece en los informes de los inspectores de trabajo enviados por el ministro de Trabajo Rino Formica, a las fábricas de Fiat.
Sin embargo, a pesar de que una cierta guerra entre los comunistas y la Fiat sigue en pie, existe una voluntad clara por parte de la empresa y de los sindicatos de emprender, cuanto antes, un dialogo constructivo.
De hecho, el jueves, en el palacio de la Unión de Turín, se entrevistaron a puerta cerrada el estado mayor del sindicato nacional de los metalúrgicos y los máximos representantes de las relaciones industriales de Fiat. No se ha conocido nada sobre la discusión en la importante cumbre pero sí que se ha fijado un calendario de encuentros que tendrán lugar los días 16, 20 y 23 de este mes. Por lo que se refiere al tema candente de la polémica comunistas-Fiat se tratará en las fábricas más adelanta.
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